Esta web usa cookies operativas propias que tienen una pura finalidad funcional y cookies de terceros (tipo analytics) que permiten conocer sus hábitos de navegación para darle mejores servicios de información. Si continuas navegando, aceptas su uso. Puedes cambiar la configuración, desactivarlas u obtener más información.

En la festividad de la Virgen de Guadalupe, recordamos la historia de las apariciones de la Santísima Virgen al indio Juan Diego, en el cerro de Tepeyac, del siglo XVI.

El secreto de María sobre los ricos y los pobres

MOTHER MARY

Anett Horvath | Shutterstock

Raniero Cantalamessa/Aleteia | Dic 13, 2019

El predicador del Papa explicó el significado del Magnificat en su segunda prédica de Adviento de 2019 al Papa y la Curia Romana

Proclamar la grandeza de Dios consciente de lo pequeña que era y de cómo Él ensalza a los humildes y dispersa a los ricos y poderosos es lo que la Virgen María hizo al cantar su famoso himno Magnificat cuando visitó a su prima Isabel.
 

La concordancia en las reacciones gestuales de los niños a las apariciones eran imposibles de fingir, según el estudio del padre Joset.
El padre Coset, historiador prestigioso, trabajó tres años para disipar todas las dudas 
Cari Filii La Iglesia es cauta antes de aprobar la sobrenaturalidad de unas apariciones. Una prueba es el caso de Beauraing, en Bélgica, donde el mismo obispo que las aprobó tras un concienzudo estudio pidió que se estudiasen otra vez, aún más a fondo, treinta años después. Lo cuenta el portal mariano Cari Filii:

 

Quiero hoy mirar a María en Nazaret. La miro sorprendida ante el Ángel:

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret”.

¿Qué estaría haciendo María en ese momento? No lo sé. Me gustaría saber si estaba en oración o estaba ocupada en sus quehaceres diarios. Me inclino más a lo segundo. Estaría en medio de su rutina. En medio de su vida. Y apareció un ángel.

 

POR DAVID RAMOS | ACI Prensa

Imagen original de la Virgen de Guadalupe en su Santuario en Ciudad de México. Foto: David Ramos / ACI Prensa.
 

El P. Eduardo Chávez, uno de los principales expertos sobre la aparición de la Virgen de Guadalupe, destacó que ella es la verdadera Señora de la Amazonía, y destacó que fue San Juan Pablo II quien la reconoció como Reina de toda América.

En diálogo con ACI Prensa, el P. Chávez, director del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos y postulador de la causa de canonización de San Juan Diego, destacó que Nuestra Señora de Guadalupe “no toma nada de sincretismo, lo que hace es una perfecta inculturación como lo dice Juan Pablo II” en su exhortación apostólica Ecclesia in America, de 1999.

En la Basílica de Guadalupe el 23 de enero de 1999, al poner Ecclesia in America a los pies de la Virgen, San Juan Pablo II subrayó que Santa María de Guadalupe es “Madre y Reina de este Continente” y tomó el título usado dos años atrás en el Sínodo para América: “Patrona de toda América y Estrella de la primera y de la nueva evangelización”.

En esa homilía, San Juan Pablo II aseguró que Nuestra Señora de Guadalupe conoce “los caminos que siguieron los primeros evangelizadores del Nuevo Mundo, desde la isla Guanahani y La Española hasta las selvas del Amazonas y las cumbres andinas, llegando hasta la tierra del Fuego en el Sur y los grandes lagos y montañas del Norte”.

El P. Eduardo Chávez destacó que desde hace ya casi 500 años, la Virgen de Guadalupe “se sabe perfectamente patrona de todo el Continente Americano”.

“Ella trae a Jesucristo Nuestro Señor. Ella trae la verdad, que es Jesucristo, y la pone en el corazón de todo ser humano, más allá de culturas, de tradiciones, de lenguas”, señaló.