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Mira la estrella

Domingo Aguilera Dic 2018

A lo largo del tiempo,  la humanidad ha pasado por múltiples etapas y distintos modelos, pero todas las civilizaciones han ido avanzando sobre la base de saber lo que conviene para su modelo, es decir "lo que está bien y lo que está mal" para su supervivencia y progreso.

Es al final del siglo XX  cuando la civilización occidental ha roto con los modelos anteriores. Es la primera vez en la historia en la que Occidente no tiene modelo, no sabe lo que está bien y lo que está mal. Aparece el devenir líquido, la modernidad líquida. Es el "like". Ya no interesa lo que uno es, sólo interesa la imagen. Todo es nuevo para mí, no hay nada que me detenga y además la tecnología me ayuda a no tener límites.

La Virgen ha venido a salvar a esta humanidad que huye de Dios. La Virgen Inmaculada, fue Madre de Dios desde el momento de su sí al mensaje del Ángel y fue Madre de los hombres dese el momento en que su Hijo, desde la Cruz, le pidió un nuevo sí, y Ella, con la ayuda de su Hijo, asumió ser Madre de todos los hombres. No sólo de los que seguirían a Su Hijo.

La historia de la humanidad ha estado siempre bajo la protección de la Madre. Son incontables las situaciones en la que Ella ha intervenido en ayuda de sus hijos:

A Santiago se le aparece en un pilar, en Zaragoza, cuando Santiago, cansado de la dureza de los habitantes de Hispania, decide abandonar su predicación.

En los primeros siglos del Cristianismo, el año 722 en Covadonga, anima a Don Pelayo y a unos pocos más a expulsar al Islam de Hispania y comienza la Reconquista. Más tarde, en 1571 y cuando el Islam va a destruir Europa, su invocación por los cristianos pidiendo su intercesión y Ella con signos inequívocos, frena en Lepanto el avance de sus enemigos. Y así, en sucesivas intervenciones se muestra en esos primeros siglos, como la mujer luchadora que vence el mal.

En la conversión del mundo azteca, cuando todo parecía baldío por la extremada dureza de sus habitantes, la Virgen de Guadalupe le dice a Juan Diego que construya un templo en la cima del monte Tepeyac, que era el lugar de los sacrificios aztecas. Y todo un continente descubre la belleza y la bondad de la Madre que les enseña un nuevo Mundo: el mundo sobrenatural.

Cuando la barbarie de la revolución francesa toma cuerpo en Europa y la Ilustración y Napoleón triunfan, comienzan una serie de apariciones en Rue du Bac, y La Salette , que confluyen en Lourdes, apareciéndose como la mujer unida al Espíritu Santo.  Cuando dice “Yo soy la Inmaculada Concepción” nos revela que Ella es la primera y más poderosa intervención del Espíritu Santo en la humanidad y que está especialmente unida a El.

Y ante el siglo más sanguinario en Europa, se aparece, entre otros sitios, en Fátima con un mensaje muy claro, la salvación de Europa, la salvación de esta civilización, sólo será posible si se la Consagra el mundo y se reza el Santo Rosario.

Cuando la civilización se hunde, cuando los líderes arruinan y engañan a sus seguidores, cuando parece que ya no hay solución, es el momento de seguir el consejo de San. Bernardo:

                  Mira la estrella, mira a María. 

 

Amigos de la Virgen es una WEB creada por Domingo Aguilera  y otros vecinos del Ensanche, con la intención de difundir el culto a nuestra Madre la Virgen María, focalizando en la Belleza como punto de encuentro con Ella y creando minorías activas que  extenderán la devoción a Santa María entre sus parientes, vecinos y amigos.

Patrocinaremos proyectos que  a través del Arte  y de María vayan creciendo y que de distintas formas lleguen a muchas personas.

 Esta web quiere aunar voluntades para mejorar esta sociedad, difundiendo la devoción a María. Eso es lo que nos une: el Amor a María.

 

Vatican News/Raniero Cantalamessa | Dic 06, 2019

Primera meditación de Adviento del predicador del Papa Raniero Cantalamessa a Francisco y a la familia pontificia

El papa Francisco asistió la mañana de este viernes en la Capilla “Redemptoris Mater” del Palacio Apostólico, junto a la familia pontificia, a la primera predicación de Adviento del Padre Raniero Cantalamessa, quien ofreció una reflexión a partir de María, de la que el Evangelio afirma: “¡Dichosa tú que creíste!”.
 

Por Domingo Aguilera.  Especial Navidad 2021

La Navidad para José comenzó el día en que conoció a María. Ese día José se enamoró de María y lo más importante, María se enamoró de José. Un amor plenamente humano entre ellos y a su vez con Dios. Los dos esperaban con toda su fe la venida del Mesías. Esa fecha quedó grabada a fuego en su corazón y sólo él y María saben cuándo ocurrió.

Lo más curioso es que María consideró que José complementaba la llamada que tenía de Dios Padre, su vocación, al que Ella trataba con piedad filial desde que tuvo uso de razón. Entonces  comprendió que su vocación era al matrimonio. Claro que Ella le comunicó a José su compromiso de virginidad con su Padre eterno y José lo aceptó “rompiéndose” a sí mismo y rompiendo la tradición del matrimonio judío. Era tanto el amor de José a María, tanto su deseo de estar con Ella, que supo sacrificar el placer para complacerla a Ella y a su Dios. Con ese sí de María José era muy feliz, extraordinariamente feliz. Y se casaron. Ya eran marido y mujer, sin secretos del uno para el otro sino con una plena confianza de María en José y de este con María. Ya no se separarían nunca. Ese día José inauguró el nuevo matrimonio en la fe. Otro día para no olvidar, el aniversario de la boda.

Transcurrirían unos pocos días, cuando María, que está radiante, le cuenta que ha recibido la embajada del ángel y que Ella está embarazada del Espíritu Santo. José queda turbado, no sabe qué hacer. Sabe que él no es el padre de esa criatura y que no puede apoderarse de esa paternidad. Pero ama con locura a María y con locura a su Padre Dios. Se da cuenta que ese misterio del embarazo de su esposa es divino, del Espíritu Santo y piensa que él no debe estar ahí, que no debe interferir en esos planes relacionados directamente con la venida del Mesías y decide desligarse, no repudiar a su mujer como adúltera para salvar su cara ante los familiares y amigos, sino apartarse. Estaba en esto cuando un ángel, en sueños, le dice que él es parte esencial de la venida al mundo del Salvador y lo acepta. Le pondrá el nombre que el ángel le dicta y será su padre, transmitiéndole así la descendencia de David. Otro día que José grabaría a fuego en su memoria.

Transcurridos unos nueve meses se desplaza con María a Belén. La casa en que se alojaron por la premura del parto, probablemente de un familiar, consistiría de una estancia para las personas y otra, excavada en la piedra formando una cueva, para los animales. José escogió esta última y la limpió para guardar la intimidad del parto de María. Nacimiento al que José asistiría junto a Dios Padre, Dios Espíritu Santo y los ángeles. José cogería al Niño en sus brazos y le limpiaría y le llenaría de besos. Después se lo presentaría a su mujer como verdadero padre, que lo era.  El Padre, el Espíritu Santo, los ángeles, María y José  contemplaron al Niño recién nacido. Este día José, con María, colmó todos sus enormes deseos de paternidad y de cumplimiento de la Promesa para el pueblo elegido. Sin duda el día más feliz de su vida.

El Verbo se hizo carne en María, y la carne se incorporó a la Promesa (Palabra), a través de José. ¡Es Navidad!