Maria Paola Daud - publicado el 10/06/22
Aleteia Team - publicado el 27/03/18
Una fiesta instituida recientemente por el papa Francisco para el lunes después de Pentecostés
Por © Pilar Martínez de la Torre Vidal.
Mi señora:
Al amanecer, Juan me hizo llamar. Anoche te encontrabas débil, te ayudó a recostarte y te ha velado toda la noche. Ojalá me hubiese hecho venir antes. Han estado aquí todos, y por fin he conseguido que se retirasen a comer algo y descansar.
Tú estás dormida gracias al remedio que te he preparado. Sabes que soy hombre de pocas palabras, reflexivo, y que lo mío es observar. Los otros hacen bromas a mi costa; será por deformación profesional, pero no puedo evitar tomar notas y hacer dibujos de lo que acontece, de lo que me contáis. Y así me tienes ante ti, escribiéndote cosas que a mi boca, por timidez o reserva, le cuesta pronunciar.