El 8 de septiembre se celebró la fiesta de la Virgen Guadalupe de Ayquina en el santuario de Calama luego de dos años de restricción por la pandemia.
(Iglesia.Cl/InfoCatólica) La Iglesia se volvió a unir para celebrar a la Santa Virgen María en el Santuario de Ayquina.
La celebración fue presidida por el obispo Óscar Blanco; cabe destacar que, a partir del 10 de septiembre, el sacerdote ejercerá como pastor de la Diócesis de Punta Arenas.
Los actos tuvieron lugar en una explanada ambientada y adecuada para la celebración considerando las medidas preventivas del COVID-19.
El padre dijo a la Virgen: «Aquí están tus peregrinos con sus pies cansados y su corazón lleno de gratitud, aquí estamos todos los que hemos querido llegar a esta explanada. Venimos cargados de recados de familias, de enfermos y de personas que están viviendo situaciones difíciles que no han podido venir, pero que nos han solicitado que pidamos por ellos y junto con estas solicitudes, traemos los dolores de los hermanos más necesitados».
Explicó el motivo para la aparición de la Virgen María y su poder de intercesión ante Jesús.
«Aquí estamos los verdaderos devotos tuyos, los que pensamos que esta fiesta es tuya. Esta fiesta no es mía, ni tuya querido hermano, no es del pueblo de Ayquina, ni del santuario, ni de los bailes religiosos, ni de la Iglesia, sacerdotes, ni religiosas. Esta fiesta es tuya querida Madre Santísima y cuando tú estás de fiesta, estas de cumpleaños, te vamos a ver a ti, no nos vamos a ver a nosotros».
Los hijos visitan a sus madres cuando estas cumplen años para saludarlas y agasajarlas y se alegran por ellas, «esos son los verdaderos devotos, los que piensan en ella y en el otro más que en los intereses personales».
Los asistentes también celebraron el nuevo nombramiento del pastor y agradecieron a la Virgen por ello.