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La respuesta de Schoenstatt a un tiempo histórico en que nunca estuvimos tan separados pero a la vez con la oportunidad de estar tan conectados.

 “¡Te coronamos como Reina de la salud física y espiritual!”. Es la respuesta de miles de personas de todo el mundo a la crisis global originada por el coronavirus, en la que a la vez ven una oportunidad.

La concretaron este miércoles 15 de abril desde sus hogares en conexión con el santuario original de Schoenstatt en Alemania, colocando una corona sobre la imagen de la Virgen, su luz y esperanza en este tiempo de pandemia.

A la Reina le piden por todas las personas que están sufriendo especialmente a causa del Covid-19 en todo el mundo.

Para ello han registrado 284.656 regalos de amor, lo que estas familias llaman “capital de gracias”, por ejemplo obedecer en casa, no tocarse la cara, toser en el hombro, no salir de casa, jugar con los niños, no pelear, sonreír, una renuncia, rezar el rosario,…

Y siguen conectándose diariamente para orar:

Oh María,
Tú resplandeces siempre en nuestro camino
como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos,
que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús,
manteniendo firme tu fe.

Tú, Salvación de todos los pueblos,
sabes de qué tenemos necesidad
y estamos seguros que proveerás,
para que, como en Caná de Galilea,
pueda volver la alegría y la fiesta
después de este momento de prueba.

Ayúdanos, Madre del Divino Amor,
a conformarnos a la voluntad del Padre
y a hacer lo que nos dirá Jesús,
quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos
y ha cargado nuestros dolores para conducirnos,
a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.

Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios.
Acoge nuestras súplicas ahora que estamos en la prueba
y libéranos de todo pecado, o Virgen gloriosa y bendita”.

Madre, en esta pandemia del coronavirus te imploramos
en la fuerza de la Alianza de Amor y desde nuestros Santuarios:
Sé tú la Reina de la salud física y espiritual de todos. Acepta la corona.
¡Álzate vencedora! Nada sin ti, nada sin nosotros!

“Coronar a la Virgen supone una entrega de amor. Es depositar en una corona aquello que deseamos regalarle, los esfuerzos cotidianos, las pequeñas alegrías, proyectos, intenciones, y toda  la vida misma para que sea Ella la Reina que gobierne y le dé sentido. Así lo simple esconde lo más grande”.

Lo explican los Grupos de Silencio y Oración Alianza de Amor que impulsan la canonización del fundador de Schoenstatt, el padre José Kentenich, y ahora invitan a todos a coronar a María como Reina de la Salud física y espiritual.

Las familias están compartiendo sus experiencias de coronación a través de las redes sociales con el hastagh #coronaMater, convencidas de que María acepta la corona en esta pandemia y asume su responsabilidad.

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