Pablo Cesio - publicado el 22/11/22
Se trata del Proyecto de Inclusión Educativa Emaús en Argentina, vinculado a Cáritas, instancia de celebración donde primó aquello de la «cultura del encuentro»
El papa Francisco se ha transformado desde el inicio de su pontificado en uno de los embajadores del mate, esa tradicional infusión que suele tomarse caliente y que tiene a los jesuitas como a grandes protagonistas.
Pero también se han encargado de difundir esta bebida jugadores de fútbol como el argentino Lionel Messi o Luis Suárez de Uruguay, entre muchos otros. Incluso, recientemente hasta se armó una jocosa «polémica» debido al uso por parte de la selección argentina de una marca de yerba mate uruguaya en Qatar 2022.
Sin embargo, más allá de bromas, el mate también es sinónimo de unión, ya sea de la hermandad entre argentinos y uruguayos (y aquello de la cultura rioplatense), además de gestos como compartir, servir y encontrase.
En efecto, hace algunas semanas un proyecto de inclusión educativa cumplió 15 años y lo hizo con un «gran mate» para la Virgendel Luján. Pues detrás de esta imagen hay un gran trabajo que lo único que hace es confirmar aquello de la «cultura del encuentro».
A continuación Cáritas Argentina responde a Aleteia sobre este proyecto de inclusión educativa que acaba de cumplir 15 años:
– ¿En qué consiste el proyecto inclusivo de educación Emaús?
El Plan de Inclusión Educativa Emaús es una iniciativa de Cáritas Argentina que tiene la misión de acompañar los procesos educativos de los niños y adolescentes de los sectores más vulnerables para que logren terminar sus estudios.
Allí el Plan Emaús ofrece múltiples servicios, de acuerdo con las necesidades de cada comunidad: apoyo escolar, talleres familiares, actividades deportivas, voluntariado juvenil, ludotecas, bibliotecas, servicio de meriendas y espacios para uso comunitario de internet. También brinda becas estudiantiles, talleres de capacitación laboral y acompañamiento para la primera infancia para embarazadas y las madres con bebés y niños de hasta 6 años.
– Acaba de cumplir 15 años, ¿cómo fue esa celebración?
Este año el Plan Emaús cumplió 15 años y los festejos centrales se realizaron en octubre, con un Encuentro Nacional celebrado en Buenos Aires, en el que participaron unas 150 personas entre animadores, jóvenes estudiantes, voluntarios, donantes y autoridades de Cáritas.
Allí, a lo largo de tres intensas jornadas, se compartieron experiencias, testimonios de becados ya recibidos, la memoria del camino recorrido, la misa de acción de gracias y una simbólica torta de cumpleaños.
Además del excelente clima humano que se vivió durante todo el encuentro, es oportuno destacar que, para muchos de los presentes, fue la primera oportunidad de viajar y conocer personalmente a otros pares, procedentes de realidades muy diversas. Este contacto les permitió ampliar su horizonte y volver renovados a sus espacios educativos, para seguir adelante con la tarea.
– Un mate para la Virgen, fue una de las imágenes más destacadas, ¿por qué se hizo eso?
El mate es una infusión muy arraigada en la cultura de nuestro país y el rito de compartirlo en rueda de amigos y vecinos connota hospitalidad, acogida, cercanía de afectos, esto es, comunión entre personas.
Al iniciar el encuentro, los representantes de cada comunidad presentaron un paquete de yerba mate, cada uno representativo de su región geográfica y la identidad de su gente, y lo vertieron sobre un «gran mate» ubicado a los pies de la Virgen María. De ese lugar, los participantes sacarían la yerba, ya mezclada, para animar sus mateadas a lo largo de todo el encuentro.
Con ese gesto se simbolizó la puesta en común de las particularidades de cada uno, y también, la disposición de compartirlas con los demás. El espacio fue animado por la oración a «Nuestra Señora del Buen Mate» en la que, metafóricamente, se pide que nos enseñe a compartir «el mate del amor fraterno» con nuestros hermanos.
– Cómo sigue el proyecto, ¿próximos objetivos?
El Plan Emaús es llevado adelante por los integrantes de las propias comunidades. Estas raíces le brindan sustentabilidad en el tiempo, eficacia en sus acciones y potencial de desarrollo.
Mirando al futuro, el plan se propone extender su presencia y profundizar su labor en torno a los siguientes ejes:
Renovar el espíritu y la función de integración social que desarrollan los Espacios Educativos.
Expandir las actividades de Primera Infancia destinadas a mujeres embarazadas y sus niños.
Ampliar el alcance de un proyecto de lecto-escritura para niños que no hayan aprendido a leer y escribir al ritmo de sus pares.
Desarrollar junto a los jóvenes proyectos innovadores que surjan de sus propios intereses.
Somos conscientes de las dificultades que nos impone la realidad, pero los logros alcanzados en estos 15 años nos animan a buscar nuevos horizontes, sembrando oportunidades y esperanza para tantos niños y jóvenes de Argentina.