En 2020, la ruta M de María fue un gran éxito. Para perpetuar la ruta y convertirla en una ruta de peregrinación siguiendo los pasos de las apariciones de la Virgen María en Francia, M de Maria lanza un proyecto de 200 oratorios que marcarán el camino.
Desde Lourdes y La Salette (Isère), dos caravanas a modo de procesión partieron hace poco más de un año, el 1 de junio de 2020. En tres meses recorrieron 2.000 kilómetros, pasando por Pontmain, por la Medalla Milagrosa (París) para unirse en Pellevoisin (Indre).
¿Qué tienen en común estos cinco lugares? En el siglo XIX tuvieron el privilegio de albergar una aparición de la Virgen María. Vincularlos es trazar en territorio francés como una M, la de Madre Dios, la principal patrona de Francia.
Esta peregrinación, que pretendía despertar la devoción popular a la Virgen en toda Francia, fue un gran éxito. Tanto es así que el equipo organizador se ha embarcado en un gran proyecto para que sea permanente. En última instancia, el objetivo es hacer de la ruta M de Maria un verdadero camino francés de Santiago de Compostela.
Pequeños oratorios
Primer paso, lanzado en junio: puntuar el camino con 200 pequeños oratorios, que dibujarían como un rosario dirigido a Notre-Dame para proteger a sus hijos que viven en Francia. Una forma de celebrar los cien años de la proclamación de María como patrona de nuestro país.
Cada quince kilómetros se instalará un oratorio, siempre el mismo, diseñado por un arquitecto. Una especie de rosa de marfil que acoge a la Virgen de Francia y recuerda la frase de Jesús en la Cruz: “Aquí está tu madre” (Jn 19, 27).
Se instaló un oratorio durante el fin de semana de Pentecostés cerca de Pontmain en Ille-et-Vilaine. El primero de una larga serie. Marcado así por la presencia de la Virgen, el camino quiere ser un lugar «donde nos abandonemos a María y donde le encomendemos nuestras familias y nuestra patria».
Caminando de Lourdes a Pontmain o de Pellevoisin a París, e incluso en tramos más pequeños, el peregrino está como en manos de la madre de Dios, que le recuerda en cada oratorio que son como tantos puntos de paso.
Provisión de “pedazos de tierra”
Para que el proyecto avance, M de Marie está, por supuesto, solicitando donaciones. Pero, más original, también pide a los propietarios de la ruta que pongan a disposición un terreno.
Una manera encarnada de llevar a María a casa… Sin mencionar la necesidad de líderes de proyectos locales que puedan identificar los lugares, acoger el oratorio y darle vida.
Esta es la otra dimensión importante de la idea: revitalizar las parroquias rurales ubicadas en el camino de María. Cada comunidad local está invitada a asumir el proyecto para integrarlo en su cuidado pastoral.
Cada oratorio puede convertirse en un lugar de peregrinación para las parroquias, suscitar un renacimiento de la piedad mariana, ser ocasión de una misión en el pueblo vecino. Por medio de María, todos están invitados a redescubrir a Cristo.