Sus organizadores advierten de que han venido para quedarse: «Queremos tenerlo todos los años»
"Miles de jóvenes rezando el rosario, esto se lo voy a contar a mi madre": así expresaba su sorpresa una peatona de la Gran Vía este sábado al observar una arrolladora masa de jóvenes, familias y religiosos llevando a María y el rosario a las calles de Madrid "por la juventud de España".
Según confirmaron fuentes policiales, entre 3000 y 4000 personas acudieron a la convocatoria de jóvenes católicos de todo Madrid con el objetivo de llevar a cabo "una demostración pública de fe".
"Queríamos hacer una manifestación de fe y hacer ver que no podemos quedárnosla para nosotros, sino que tenemos que transmitirla. Haber podido hacer este apostolado de nuestra fe y religión es lo mejor que podemos haber logrado", contó uno de los organizadores, Emilio Esteban, a Religión en Libertad.
El mismo evento tuvo lugar hace tres años, y aunque la asistencia fue numerosa, los organizadores no han podido prever el éxito de esta segunda edición. "Contábamos con la asistencia de unas 1000 personas, pero según la policía ha habido más de 3000: nuestras expectativas se han cumplido con creces", añade Emilio.
Un objetivo: "Conquistar el cielo"
La procesión comenzó su recorrido a las 19:00 horas en la basílica de San Miguel con dirección a Plaza de España, presidida por una estatua de la Virgen María cedida para la ocasión por Madre Ven.
La presentación que precedió al comienzo de la marcha fue toda una declaración de intenciones: "Creemos que cuanto más secularizada está la sociedad, más importante es la presencia de símbolos religiosos en la vida pública, que nos recuerden a todos el sentido trascendente de nuestras vidas y que estamos en este mundo con un objetivo: conquistar el cielo".
Conforme avanzaba la comitiva, el entusiasmo se fue haciendo cada vez más presente entre los asistentes.
"Cuando llegué no sabía que esperarme, pero ha sido una experiencia realmente impactante. Era una sensación impresionante ver a la gente rezando el rosario a pleno pulmón, escuchar las respuestas de los asistentes y ver como los peatones se quedaban mirando completamente atónitos", afirmó el hermano del Hogar de la Madre Pablo Fernández a este medio.
Bendiciones y confesiones en la vía pública
Para Mar, de 17 años, lo sucedido este fin de semana era "algo necesario". "Necesitamos la intervención de la Virgen en esta España que atraviesa momentos difíciles y que está rota y dividida. Es impactante ver tantos jóvenes unidos rezando acompañados por familias y entre este buen ambiente", añadió la estudiante de bachillerato.
Junto con los jóvenes y familias, se dio también una llamativa presencia de religiosos y religiosas en la comitiva, con sacerdotes que confesaban y bendecían en plena vía pública a quien lo necesitaba.
En el momento álgido de la marcha, con gran parte de la Gran Vía inundada de oraciones y banderas de España presididas por el Sagrado Corazón, la hermana Gadali expresó "la alegría que supone para los católicos" episodios como el de este fin de semana. "Es la primera vez que participo, y me ha encantado ver como la juventud sigue siendo católica, del Señor y de la Virgen… es un orgullo", comentó a ReL la religiosa de las Agustinas Hermanas del Amparo.
Ver a la gente rezar, "una alegría inmensa"
También estuvieron presentes las Siervas del Hogar de la Madre, que acompañaron a un nutrido grupo de niñas a lo largo de la tarde. Una vez la comitiva llegó a la remodelada Plaza de España, la hermana Alejandra, expresó "la alegría inmensa" que supuso para ella "ver tanta gente respondiendo el llamado a la oración por las calles de Madrid".
"Ha sido una oportunidad de manifestar la fe en estos tiempos tan convulsos en que se encuentra la fe en nuestra sociedad. Ver a tanta gente, familias, niños y jóvenes rezando el rosario y acudiendo a esa Madre que es la Virgen para que venga en nuestra ayuda ha sido una alegría enorme", añadió.
Conforme los miles de jóvenes ocupaban a su llegada gran parte de la plaza, la multitud entonó la popular canción de ambientación cristera Viva Cristo Rey antes de recibir la bendición general por los sacerdotes que secundaron el acto.
El "Rosario por la Juventud", ¿ha venido para quedarse?
Concluido el acto, Bárbara Ruiz, estudiante de un máster y también organizadora del rosario, destacó a ReL que este se desarrolló sin incidentes y ante el interés de gran parte de los viandantes.
"Ha salido muy bien. Hemos querido recordar que nuestras raíces son católicas y que la fe es la manera que hemos encontrado de tener esperanza ante el mal que vemos que se sobreviene en España. La mayoría de reacciones [de los peatones] han sido positivas, alguno nos ha increpado, pero muchos mostraban respeto ante lo que creían que era una procesión. Cuando pasábamos se hacía el silencio: ha sido bastante impactante", remarca.
"Ver que sigue habiendo jóvenes católicos en España ha sido una experiencia inolvidable. La Virgen sigue actuando, el Señor sigue actuando, la fe sigue viva y merece la pena darlo todo por Jesucristo", añadió el hermano del Hogar de la Madre antes de marcharse, sugiriendo que "esto debería hacerse más a menudo".
Los organizadores no dejan lugar a dudas, aseguraron su continuidad y se despidieron avanzado que desde el día siguiente comenzaran a preparar la siguiente edición del Rosario por la Juventud. "Queremos no solo repetir, sino también institucionalizar este rosario de manera que lo tengamos todos los años", concluyeron.