Rodrigo Houdin - Aleteia Paraguay - publicado el 30/08/21
Tras casi 18 meses de misas a puertas cerradas, el pasado domingo la Virgen de Caacupé, en Paraguay, salió a la explanada de su Basílica Santuario para una celebración eucarística a la que acudió una gran cantidad de fieles.
Con aplausos, lágrimas y mucha alegría, una multitud de fieles tuvo el privilegio de poder estar cerca de imagen de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, que no salía a la explanada desde que se inició el confinamiento por el Covid-19 en Paraguay.
La Virgen de Caacupé, es considerada como la patrona del Paraguay y su devoción trasciende las fronteras, principalmente entre los países de Sudamérica. Incluso, el papa Francisco, se ha declarado como un devoto de esta imagen.
Ya desde antes de 1765, cuando se inauguró la Basílica en Caacupé, las misas dominicales en la explanada del Santuario congregaban a personas de todo Paraguay y países vecinos. Esta costumbre, se vio interrumpida solo por la Gran Gripe Española y el Covid-19.
Una alegría difícil de explicar
El obispo de Caacupé, Ricardo Valenzuela, fue el encargado de celebrar la histórica misa que podría marcar el regreso de las multitudinarias misas en la catedral espiritual del Paraguay.
En comunicación con Aleteia, el obispo describió las emociones sentidas durante la misa celebrada el pasado domingo 29 de agosto, a las 07.00, hora local.
“Hemos vivido una celebración especial, con una profunda alegría. Después de un año, cinco meses y diecinueve días, la Virgen de Caacupé volvió a ver la luz en una celebración de un día domingo. Evidentemente, estar ahí, con esa multitud de fieles provoca una alegría difícil de explicar”, expresó.
Valenzuela explicó que esta celebración se da en un momento en el que el Paraguay experimenta por una especie de “relajación” de la pandemia del Covid-19, que coincide con el avance de la vacunación en este país.
¿Cómo será la festividad de la Virgen?
La Solemnidad de la Virgen de Caacupé que se vive cada 8 de diciembre, es la mayor fiesta religiosa del Paraguay. Cada año, cientos de miles de personas llegan peregrinando hasta la Ciudad de Caacupé para rendir honores a María.
El año pasado, así como fue durante la gran gripe española, hace 103 años, la Festividad de la Virgen de Caacupé se realizó sin peregrinaciones y a puertas cerradas.
El obispo de Caacupé aseguró que a partir de este domingo, las misas en la explanada servirán con un plan piloto para definir si este año los fieles podrán participar de las misas del novenario y la Solemnidad.
Soñar con una gran fiesta
“Las previsiones hablan de una posible tercera oleada del Covid-19. Hemos recibido la evaluación del Ministerio de Salud, que permitió que las celebraciones puedan volver a la explanada. Los resultados son positivos y nos permite soñar con el regreso de la multitud para la Fiesta”, dijo Valenzuela.
Ricardo Valenzuela explicó que durante las próximas semanas evaluarán junto al Ministerio de Salud los resultados del plan piloto, de modo a preparar una festividad segura.
“Vemos con esperanza los datos que nos indican que la tercera ola del coronavirus podría llegar recién a mediados de diciembre, lo que nos permitiría celebrar de forma presencial a la Virgen en su día”, mencionó.
El obispo de la Diócesis de Caacupé señaló que dependerá exclusivamente de la situación epidemiológica del país la decisión de volver a celebrar la Festividad de la Virgen con la multitudinaria presencia de fieles.
Durante las fiestas del 2019, más de 1.000.000 de fieles llegaron hasta la ciudad, situada a unos 60 km de Asunción, capital del Paraguay, para participar de la Solemnidad de la Virgen de Caacupé.
Actualmente Paraguay registra varias semanas de descensos de contagios y muertes por Covid-19. Aunque ya se confirmó la circulación comunitaria de la variante delta y se confirmó el primer fallecido por esta mutación.