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El robo de una imagen de la Virgen de Lourdes en el santuario nacional de Uruguay generó gran consternación. Quedaron solamente las manos de la Virgen en actitud de oración y eso también sorprendió. Sin embargo, aquel episodio “amargo” tuvo días después un momento “dulce” con el regreso de la Virgen a su lugar y un nuevo mensaje que también fue interpretado por el actual rector del santuario en diálogo con Aleteia

El robo de una imagen de la Virgen de Lourdes ubicado en la entrada del santuario nacional en Uruguay el pasado 20 de mayo llenó de tristeza a todos.  Sin embargo, lo sucedido en uno de los sitios de mayor devoción popular de Montevideo también sorprendió tras verificarse que habían quedado en el lugar solo las manos de la Virgen como en actitud de oración.

El propio Manoel Oliveira,  rector del Santuario Nacional de Lourdes, -un joven misionero dehoniano brasileño (39) que reside en Uruguay desde hace tres años– había contado a Aleteia en ese momento lo sucedido y cómo podía ser interpretado lo de las manos de la Virgen.

“La Virgen comunica que debemos rezar más. Poner nuestra vid

Un día la Virgen volvió

Días después, este 11 de junio, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, una nueva imagen de la Virgen de Lourdes fue colocada y bendecida en el nicho (espacio) junto a las manos de la otra que había sido robada. Un suceso para reflexionar, tal cual reconoció una vez más el propio Manoel en diálogo con Aleteia, quien también confesó haber tenido ese día una “experiencia profunda de fe”.  

“Estamos viviendo en un tiempo de incertidumbre, de falta de fe de parte de muchas personas. El hecho de devolver a la Virgen al nicho -y aún más de la manera simbólica como fue hecha- fue algo muy importante. Quedará en los corazones de aquellos que pudieron participar y de aquellos que se enteraron por las redes sociales o cosas semejantes”, indicó Manoel.

 

“Debemos aprender de las cosas malas. Por ejemplo, el robo de la otra imagen, las manos que se han quedado. Por algún motivo alguien lo hizo, no estamos para juzgarlo. Pero, en cambio, nosotros debemos interpretar la situación de la vida con los ojos de la fe”, prosiguió Manoel.  

“Reviví la alegría del día que fui ordenado”

La jornada del regreso de la Virgen a la entrada del santuario fue más que especial debido a las celebraciones religiosas vinculadas a la fiesta del Sagrado Corazón y también una procesión –finalizada la misa- con la imagen de la Virgen en alto (hubo también una bendición de una imagen del Sagrado Corazón). A Manoel, aquel gesto y caminata, fue algo que le tocó mucho.

“Ahí me hizo revivir la alegría del día en que fui ordenado. Fue tan bello, tan lindo ver a la gente llorando de alegría. La gente haciendo la señal de la cruz, la gente cantando detrás de la imagen. Y, es más, cuando la pusimos la imagen, la gente en la calle hacía una reverencia. Escuchaba a los peregrinos aclamando: ‘Viva María, es nuestra madre, nunca nos deja solos’, expresó Manoel.

Amor y misericordia

Lo acontecido en la Gruta de Lourdes, como se le dice a este lugar, no ha sido en un sitio más de Montevideo. Pues el santuario es considerado para muchos un auténtico «baldazo» de agua fría en uno de los países más laicos de América Latina.

 

“Es también una señal para todo cristiano de nuestra Iglesia uruguaya. Muchos habrán tenido cierto sentimiento de rabia, disgusto por el hecho. Pero capaz por detrás de esto la Virgen nos quiere enseñar el amor y la misericordia. También que podamos luchar por una justicia donde podamos desde la misericordia ayudar a aquellos que no conocen a Jesús”, acotó Manoel.

“Desde que la otra imagen se fue siempre comento que este momento fue una convocación para que podamos rezar más y de manera especial por una persona como ésta… Y cuántas tantas que no conocen a Jesús necesitadas de conversión”, prosiguió Manoel, quien también ese día bendijo otra imagen del Sagrado Corazón de Jesús.

Permanecer firmes en la oración

Por último, Manoel volvió a reflexionar sobre la pregunta de qué le diría si tuviera la oportunidad de estar ante la persona que se llevó la imagen. “Yo le volvería a decir que hay mucha gente que reza por su conversión”, afirmó. Y fue más directo aún: “Hay mucha gente que está rezando para que encuentres el sentido para tu vida”.

“Cuando estaba poniendo la imagen le decía a la gente que estas manos no nos recuerdan solo el hecho del robo, sino que nos recuerdan que debemos permanecer firmes en la oración”, concluyó Manoel al hacer referencia con todo esto a su interpretación de lo que podría ser considerado un nuevo mensaje tras un suceso que finalmente tuvo un final feliz.

«Es un mensaje lindo para nosotros. Como decía Santa Teresa del Niño Jesús, que Dios se revela a nosotros por cosas muy cotidianas. En esta ocasión Dios se ha manifestado a un grupo de personas. Ha tocado sus corazones», sentenció.