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«UNA ELEVACIÓN QUE ES UNA GRAN RESPONSABILIDAD»

El Santo Padre, a través de un videomensaje quiso estar presente en la «promoción» del santuario en el día de San José. El Santuario recuerda que el 21 de agosto de 1879, la Santísima Virgen María se apareció a unos aldeanos en Knock junto con San José y San Juan Apóstol

(VaticanNews/InfoCatólica) El Santo Padre ha querido estar presente en este momento tan importante de la vida del Santuario de Knock, para el que el Papa declaró oficialmente hace unos días que pasaría de ser considerado Nacional a Internacional de Especial Devoción Eucarística y Mariana el día de San José. Por ello, a través de un video-mensaje, Francisco ha querido dirigirse al pueblo irlandés, recordándole que son un pueblo que, desde la aparición del 21 de agosto de 1879, cuando la Santísima Virgen María se apareció a unos aldeanos en Knock junto con San José y San Juan Apóstol, «han expresado su devoción allá donde ha ido» y han sido «un pueblo de misioneros».

Francisco también ha querido recordar «cómo muchos sacerdotes dejaron su tierra para convertirse en evangelizadores» y «a los muchos laicos que han emigrado a tantas tierras y han mantenido viva su devoción a Nuestra Señora de Knock». Sin olvidarse de las familias: «Cuántas familias, a lo largo de casi un siglo y medio – dice el Papa – han transmitido la fe a sus hijos y han reunido sus labores cotidianas en torno al rezo del Rosario con la imagen de Nuestra Señora de Knock en el centro».

La importancia del silencio para la fe

«En la aparición de Knock, la Virgen no dice una palabra. Sin embargo, su silencio es también un lenguaje; de hecho, es el lenguaje más expresivo que se nos da». El Papa ha resaltado en su video-mensaje que el mensaje que se desprende de Knock «es el gran valor que tiene el silencio para la fe». Y, deteniéndose en «el silencio» ha recordado que «es el silencio ante el misterio que no significa renunciar a la comprensión, sino la comprensión sostenida y ayudada por el misterio del amor de Jesús que se ofreció por todos nosotros como Cordero sacrificado para la salvación de la humanidad».

También ha dicho que «es el silencio ante el gran misterio del amor que no encuentra otra posibilidad de respuesta que la de abandonarse con confianza a la voluntad del Padre misericordioso». Por último, ha explicado que «es el silencio que pidió Jesús cuando nos enseñó: ‘Cuando ores, entra en tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en secreto; y tu Padre, que ve en secreto, te recompensará’. Y tu Padre, que ve en secreto, te recompensará». De hecho, el Papa aconseja que cuando recemos, no desperdiciemos nuestras palabras como los paganos y hace suyas las palabras de Mateo: «No seáis, pues, como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis incluso antes de que se lo pidáis.

Una elevación que es una gran responsabilidad

«La elevación del Santuario Nacional de Nuestra Señora de Knock a Santuario Internacional de Especial Devoción Eucarística y Mariana es una gran responsabilidad» ha dicho el Papa Francisco al pueblo irlandés, porque esto conlleva – continúa – «que os comprometéis a estar con los brazos siempre abiertos en señal de acogida a todo peregrino que venga a vosotros desde cualquier parte del mundo, sin pedirles nada, sino sólo reconociéndoles como hermanos que desean compartir la misma experiencia de oración en común hermandad». Además, les pide que esta «acogida» se combine con «la caridad» y se convierta «en un testimonio eficaz de un corazón que se abre para recibir la Palabra de Dios y la gracia del Espíritu Santo que da fuerza».

Historia de la aparición

El 21 de agosto de 1879, la Virgen María, San José, el cordero pascual y San Juan Evangelista aparecieron envueltos en una brillante luz en la iglesia parroquial de Knock. Quince personas de entre 5 y 74 años fueron testigos del hecho.

La aparición comenzó alrededor de las 8:00 p.m. La Virgen tenía un largo vestido blanco. Sus manos y ojos se elevaban hacia el cielo como si elevara una oración.

Sobre su cabeza tenía una brillante corona y en el lugar donde esta se ajustaba a la frente había una rosa. A la derecha de la Virgen estaba San José, con la cabeza inclinada y virada ligeramente hacia ella. Vestía una túnica blanca.

A la izquierda de la Virgen estaba San Juan Evangelista, vestido como obispo, con un libro en su mano izquierda y con la mano derecha levantada como si estuviera predicando.

Junto a las figuras y un poco a la derecha, en el centro, había un altar grande y sencillo. Sobre el altar había un cordero mirando hacia el oeste y tras él se erguía una gran cruz. Los ángeles rodeaban al cordero durante toda la aparición.

Los quince videntes presenciaron la aparición durante dos horas mientras llovía y recitaban el Santo Rosario.

La aparición tiene un profundo simbolismo del libro del Apocalipsis. El cordero es Jesús. La cruz es donde se ofrece el cordero al Padre como sacrificio. El altar de la Misa es donde el sacrificio se hace presente.

Junto a la Cruz estaban María y San Juan. San José no pudo estar junto a la cruz pero ahora en el cielo ya la muerte no lo puede separar de la Sagrada Familia y los beneficios del sacrificio de Jesús.

Seis semanas después de la aparición, se estableció una comisión de investigación, creada por el entonces arzobispo de Tuam, Mons. John MacHale. Los quince testigos fueron examinados y la comisión reportó que el testimonio de todos, tomados juntos, era confiable y satisfactorio.

En 1936 se creó otra comisión ante la cual comparecieron los 3 videntes sobrevivientes: Mary O'Connell (Mary Byrne), Patrick Byrne y John Curry. Los tres confirmaron sus declaraciones originales de muchos años atrás.

Cuanto la comisión anunció su reporte, miles de enfermos fueron llevados a Knock y los periódicos locales reportaron muchas curas extraordinarias.

Antes de la pandemia, alrededor de un millón y medio de peregrinos visitaban anualmente este Santuario.