Esta web usa cookies operativas propias que tienen una pura finalidad funcional y cookies de terceros (tipo analytics) que permiten conocer sus hábitos de navegación para darle mejores servicios de información. Si continuas navegando, aceptas su uso. Puedes cambiar la configuración, desactivarlas u obtener más información.

Adriana Bello - publicado el 09/03/21

Un sargento español le quiso hacer un homenaje a la patrona de su pueblo

El pasado 18 de febrero, el robot Perseverance llegó a Marte para hacer estudios de ese planeta. En él, viajan 150 mil placas con distintos nombres con referencias a la Tierra que fueron seleccionados por la NASA después de un proceso de selección abierto al público, donde más de un millón de personas enviaron su solicitud.

Entre ellas estaba la de Francisco Fernández, sargento del Ejército del Aire, quien vive en Barcelona, pero lleva a su natal Álora (una localidad de la provincia de Málaga) y su patrona en el corazón.

“El objetivo es que cuando el robot deje de funcionar, para toda la eternidad, en su interior estén esos nombres por si alguien encuentra la máquina o si los humanos acaban instalándose en Marte”, explicó Fernández al diario español Sur el año pasado, cuando el robot estaba por despegar de la Tierra (partió en julio del 2020 y le tomó 7 meses llegar a su destino).

Nuestra Señora de las Flores

Aunque el sargento confesó que lamentablemente no podía ir a su pueblo tanto como le gustaría, sigue siendo hermano de su cofradía de El Huerto, y cuando un compañero militar le comentó lo que la NASA estaba haciendo, no dudó en aplicar con el nombre de su Señora de las Flores, advocación de la Virgen María en Álora.

No le dijo a ninguno de sus hermanos hasta que fuera una realidad, pero cuando su solicitud fue aceptada y la NASA le envió una especie de tarjeta de embarcación para su Virgen de Álora, se las mandó enseguida.

“No deja de ser emocionante saber que en unos años su nombre estará ahí, en el espacio, entre los valles y los desiertos de Marte”, dijo también Francisco Fernández al periódico español.

La devoción a Nuestra Señora de las Flores comenzó en el siglo XV en Álora, después de la conquista de Granada por los reyes católicos y la rendición de esta localidad. La reina Isabel mandó a construir una capilla y en 1502 dispuso la creación de una imagen de esta devoción mariana.

La capilla se convirtió en el santuario de la Virgen, quien tiene un cetro en su mano derecha y al niño Jesús en la izquierda. Su fiesta es el 8 de septiembre y seguramente este año la celebración llegará ¡hasta Marte!