Sobre todo en Roma, con una basílica dedicada a ella

La amadísima Virgen de Guadalupe, patrona de las Américas, también tiene sus casas en Italia. Sobre todo en la ciudad de Roma, donde son muchos los peregrinos de América Latina que van a visitarla

El día 12 de diciembre brindan en su honor una gran fiesta. Tan colorida que, sin duda, no pasa desapercibida en las calles de la ciudad eterna.

Aleteia, también fue a visitarla. Gentilmente el padre Alfonso, encargado de la basílica, nos abrió sus puertas. El hermano Luis nos acompañó contándonos un poco la historia, de esta moderna y hermosa iglesia dedicada a la Nuestra Señora de Guadalupe.

Aquí mismo puedes ver el video

También en otras partes de Italia, la “Emperatriz de América”, tiene su lugarcito para ser venerada por los fieles que la aman tanto:

A parte de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe y de san Felipe Mártir en Roma, está también una venerada imagen de la Virgen muy cerca de “La boca de la Verdad”.

Es la Basílica de san Nicolás en cárcel, una de las antiguas basílicas en el centro de Roma dedicado al conocido obispo de Mira.

Luego está la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en Monte Mario, en el suburbio de Della Vittoria, en la plaza que lleva el nombre de la Virgen.

 Otros lugares en Italia dónde es venerada Nuestra Señora

En Santo Stefano d’Aveto, ciudad de Génova, se encuentra un santuario dedicada a la Guadalupe, fue traída desde México por los jesuitas, y cuenta la leyenda, que esta imagen la llevaba consigo el almirante Andrea Doria en el galeón genovés durante la batalla de Lepanto.

Siempre por obra de los jesuitas la Virgen mestiza, llegó a Italia para radicarse en varias iglesias a lo largo del país: Imola, Albino, Andria, Marineo, son algunas ciudades que la hospedan.

Y quizás no muchos saben que en el mismo Vaticano tiene un lugar de honor, ¿Dónde?, justo al lado de la tumba de san Pedro, en las criptas debajo de la basílica.

Este año será un año especial, sin grandes fiestas dedicada en su honor debido al Covid. Son muchas las incertezas que nos acompañan en estos días, por eso más que nunca, debemos escuchar las palabras de la Guadalupana a Juan Diego y confiar en ella:  “No temas, ¿no estoy yo aquí que soy tu Madre?”