Esta web usa cookies operativas propias que tienen una pura finalidad funcional y cookies de terceros (tipo analytics) que permiten conocer sus hábitos de navegación para darle mejores servicios de información. Si continuas navegando, aceptas su uso. Puedes cambiar la configuración, desactivarlas u obtener más información.

Rodrigo Houdin - Aleteia Paraguay - publicado el 08/12/20

La Virgen de Caacupé está de fiesta en Paraguay, pero este año, como había sucedido hace más de 100 años por la gran gripe Española, las calles de Caacupé lucen vacías. Sin embargo, las puertas cerradas de la Basílica Santuario, no impiden que la Virgen de los Milagros llegue con su bendición a los hogares de sus fieles

“Este año, todo el Paraguay es Caacupé”, expresaba el monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de la Diócesis de Caacupé, al momento de anunciar que las misas por la Solemnidad de la Virgen serían a puertas cerradas y quedaban suspendidas las peregrinaciones, por la pandemia del Covid-19.

A pesar de que tanto el Gobierno como la Iglesia paraguaya desalentaron las peregrinaciones, algunos fieles algunos fieles llegaron hasta laBasílica Menor en Caacupé, para rendir honor a la patrona de la fe del Paraguay.

En Paraguay, actualmente se registra un leve repunte de los casos de coronavirus y se busca evitar que la fiesta mariana se convierta en un foco de contagios que ponga en riesgo al precario sistema sanitario.

Ella conoce su sacrificio 

Gustavo Ramón Zarate, caminó 280 kilómetros para llegar desde Minga Guazú, Departamento de Alto Paraná, en una peregrinación de ocho días, para llegar hasta la Virgen de Caacupé.

El solitario peregrino, no ocultó su decepción por al no poder ingresar al templo para saludar a la Virgen. Sin embargo, aseguró que ella conoce de su sacrificio y lo bendecirá.

“Vine a agradecer a la Virgen María, por interceder por mí, por mi familia, por la Salud. Vine a dar gracias a Dios por darnos la vida. Decidí venir solo para poder meditar y orar. Al estar cerradas las puertas del templo, sentí un poco de decepción por no tener la posibilidad de entrar y mirar a la Virgen de cerca”, explicó en conversación con el canal GEN. 

La suspensión de la presencia de fieles en las actividades principales de la festividad religiosa, también golpea a los pobladores y comerciantes de Caacupé, quienes suelen aprovechar la presencia masiva de fieles para ganar un poco de dinero.

Virgen de Caacupé y el hijo de esta madre 

Ana Quintana, tiene un comercio en inmediaciones de la Basílica, desde donde vente imágenes sacras. Además de ser comerciante, ella se declara como devota de la Virgen de Caacupé.

La mujer recordó que la Virgen intercedió para que su hijo y su nuera puedan concebir, tas tres años de intentos fallidos.

La comerciante explicó que “es triste ver desolada la ciudad, ya que la presencia de los files le da un ambiente festivo a Caacupé” Sin embargo, aseguró que la Virgen intercede por todos para que no falte nadie en la mesa durante las festividades de fin de año. “Ella es muy milagrosa”, dijo en conversación con el canal El Trece.

El mural para la Virgen 

Por su parte, Ricardo Núñez, es un antiguo poblador de Caacupé. Desde niño, aprovechaba la fiesta mariana para la venta de velas y chipa (pan de maíz tradicional del Paraguay). Este año, como además se dedica a pintar murales, decidió realizar uno para la Virgen.

El hombre pintó un mural de 60 metros en inmediaciones de la Basílica, y según explicó, decidió crear este paseo turístico para que los fieles puedan tomarse fotos durante su paso por la ciudad, ya que la Basílica estará cerrada.

El mural pintado por Ricardo, además rinde un homenaje a sus raíces como vendedor, a los nativos de su país, a los médicos y la mujer paraguaya. 

Tips para vivir la festividad desde casa

“La Virgen de Caacupé es una madre que está introducida en lo más profundo del corazón de cada fiel. Es la madre que protege a la familia, que atiende las suplicas de sus hijos, que cuida de la salud y eso lo comprueba los miles de agradecimientos y peregrinaciones”, explica a Aleteia el obispo de Caacupé, Ricardo Valenzuela.

El pedido de la Iglesia paraguaya es que los fieles eviten peregrinar a Caacupé y en tal sentido, el obispo anunció la dispensa de todas las promesas a la Virgen de los Milagros. Sin embargo, instó a todos los fieles que puedan celebrar la fiesta desde sus hogares.

Como parte de estas celebraciones, el obispo de Caacupé pide a los fieles que construyan un pequeño altar a la Virgen donde coloquen una imagen o una estampa.

“Que  este sea un sitio donde las familias puedan reunirse antes de la misa central y nos acompañen rezando el rosario o cantando alabanzas. Pueden ofrecer un pequeño sacrificio por la pronta erradicación de la pandemia”, sugiere Valenzuela.

El obispo apeló a que las familias ubiquen a la Virgen de Caacupé como la “reina y señora de la casa” y le encomienden la paz y la tranquilidad en estos tiempos difíciles.

Actividades virtuales y «automisa»

Los fieles del Paraguay y del mundo, podrán seguir todas las actividades de la festividad desde sus hogares, a través de las redes sociales de la Basílica Santuario y los medios de comunicación locales. La misa central fue a las las 07.00, hora local.

Asimismo, estaba prevista la celebración de una multitudinaria «automisa» en la Costanera de Asunción, con de la Virgen Peregrina de Caacupé desde las 08.30, hora local. Al concluir la misa, la imagen mariana realizará un recorrido aéreo por el Departamento Central, desde donde bendecirá a los fieles.

Tradicionalmente, la festividad de la virgen de Caacupé recibe a más de un millón de fieles durante su novenario y la celebración central. Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, es considerada como la patrona de la fe del Paraguay.

La Basílica Menor construida en su honor se encuentra en la ciudad de Caacupé, a unos 60 kilómetros de Asunción, Paraguay. Esta es considerada una de las mayores festividades marianas de la región.