La parroquia La Asunción que fue incendiada y una imagen sorprendente de una Virgen se transforma en símbolo de esperanza en medio de tanto dolor. Por su parte, el párroco dice a Aleteia que la destrucción de la iglesia se ofrece para “transformar corazones”.
“Aquí se han herido a personas, que han escrito su historia. Invito a ver esta situación, porque más allá de los credos religiosos esto demuestra lo fracturado que, quizás, estamos como país”, reflexiona el padre Pedro Narbona, párroco de la iglesia La Asunción que quedó completamente destruida después de haber sido vandalizada y quemada por segunda vez.
La imagen de la aguja y campanario de este templo cayendo estrepitosamente dio la vuelta al mundo, mientras un grupo de personas celebraban el hecho el domingo 18 de octubre, fecha en que se cumple el estallido social en Chile.
“Nuestro dolor que se expresa en estas tablas quemadas, metal doblado y este cielo abierto. Todo esto lo queremos hacer ofrenda para transformar el corazón de todos nosotros”, dice el presbítero.
El único signo religioso que quedó prácticamente intacto entre las ruinas de esta parroquia es la de la Virgen de Guadalupe, formada por 12 azulejos, que se encuentra al fondo en uno de los altares laterales.
Esta figura fue donada y pintada por la artista religiosa María Angélica Serrano (1943-2017), quien dio todas sus obras a parroquias y órdenes religiosas; quien fue la madre de Pablo Allard, destacado arquitecto y urbanista chileno.
“Esta imagen tiene un pequeño piquete en una de sus mejillas. Pero ella está allí como Madre; sabemos que tenemos que luchar con nuestra mente y fuerza, pero también sabemos que no vamos a llegar muy lejos así. Sabemos que no estamos solos, la tenemos a Ella y tenemos al Señor. Eso es lo que me alegra y que quiero dejar como testimonio”.
Estas fueron las palabras de monseñor Celestino Aós, arzobispo de Santiago, en una entrevista en Radio María después de visitar la parroquia destruida. Sin duda esta imagen “herida” por ese pequeño piquete en su mejilla, tal cual reconoce el propio arzobispo, es una muestra de esperanza y de que la Madre no deja solo a nadie.
La parroquia de La Asunción ya había sido saqueada y quemada, en parte, el 8 de noviembre del 2019 en pleno estallido social. Desde ese momento se instalaron puertas de latón en los accesos y en los vitrales; pero no fue suficiente para detener el ataque de los manifestantes.
Magdalena Lira, directora nacional de Ayuda a la Iglesia Necesitada, ACN, Chile, comentó siguiente: «Desde el primer ataque vandálico, el párroco Pedro Narbona y ACN nos unimos para recaudar fondos para restaurar la iglesia. Estábamos afinando el proyecto con un equipo de profesionales».
«El 8 de noviembre, cuando se cumpliera un año del primer ataque vandálico, el párroco iba a anunciar la fecha de inicio de las obras. Nuestros planes quedaron hechos trizas», agregó.
¿Cuánto tiempo llevará la reconstrucción de esta parroquia?Nadie lo sabe, pero el dolor de esta comunidad es inconmensurable; pero tal como dijo el padre Narbona “ofrecer esto para transformar el corazón de todos nosotros”.