Esta web usa cookies operativas propias que tienen una pura finalidad funcional y cookies de terceros (tipo analytics) que permiten conocer sus hábitos de navegación para darle mejores servicios de información. Si continuas navegando, aceptas su uso. Puedes cambiar la configuración, desactivarlas u obtener más información.

Según informa el Periódico de Aragón, debido a la pandemia este año no se producirá la tradicional ofrenda floral a la Virgen del Pilar ni tendrá lugar el Rosario de Cristal. El Cabildo zaragozano hará una serie de recomendaciones para evitar aglomeraciones el 12 de octubre.

(El Periódico) Los multitudinarios actos religiosos de la Ofrenda de Flores y el Rosario de Cristal han sido cancelados, pero la devoción y la fe seguirán estando presentes estos días, de una forma mucho más íntima, en el interior de la Basílica del Pilar. De ahí que el Cabildo Metropolitano de Zaragoza esté pensando emitir una serie de recomendaciones para evitar aglomeraciones, especialmente el 12 de octubre. La idea principal es que las visitas se espacien en el tiempo.

Los horarios especiales que mantiene el templo mariano más visitado de España el día 12 se van a mantener. La Santa Capilla abrirá sus puertas a las 4.30 de la madrugada y cerrará a las 22.00 horas para facilitar que los fieles puedan espaciar en el tiempo sus visitas. La misa pontifical de las 12.00 horas que oficia el arzobispo Vicente Jiménez se mantiene y la idea del cabildo, por lo menos hasta ahora, era la de hacer una ofrenda simbólica al terminar el oficio a la imagen de plata de la virgen, que todos los años (este no) se saca en procesión.

De llevarse a efecto, la idea es que la presida el arzobispo y que esté invitado el alcalde Jorge Azcón como representante de la autoridad civil; las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado; un representante de las cofradías de Semana Santa y en representación de toda la ciudadanía, una pareja ataviada con el traje regional. Tendrá que dar el visto bueno la autoridad sanitaria.

El aforo, como hasta ahora, seguirá restringido al 75% y la basílica se ha dividido en dos zonas que no están comunicadas entre sí para evitar «deambulaciones», es decir, que la gente se pasee de un lado a otro. Así, la capilla de la Virgen mantendrá un acceso y una salida independiente al del altar mayor, en donde se celebran las misas. La entrada estará restringida y en caso de que el aforo se llene los fieles tendrán que esperar para poder entrar. En la parte de mayores dimensiones, la del altar, tiene un aforo de hasta 550 personas mientras que en la Santa Capilla caben 250.

Asimismo, desde el Arzobispado de Zaragoza recuerdan que la Virgen del Pilar es patrona de todo Aragón, por lo que el día 12 se celebrarán misas en todas las iglesias y parroquias de la comunidad, por lo que no hará falta acercarse hasta el Pilar. También van a pedir a los feligreses que opten por acudir a la basílica antes y después del día 12, para que evitar el grueso de las visitas sean en el mismo día. «Hasta ahora no ha habido aglomeraciones en la basílica y los fieles católicos de Zaragoza están mostrando que extreman las medidas de seguridad», asegura José Antonio Calvo, delegado de comunicación del Arzobispado de Zaragoza.