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A 200 años de la muerte del hombre que llevó los colores de la virgen a 7 naciones americanas

“Somos de ahora en adelante el Regimiento de la Virgen. Jurando nuestras banderas os parecerá que besáis su manto”, clamó Domingo French, patriota argentino, poco tiempo después de que el General Manuel Belgrano crease la bandera nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, hoy Argentina.

 

Este 20 de junio de 2020 se cumplen 200 años del fallecimiento de Belgrano, además de creador de la bandera argentina, luego inspiradora de varias otras, uno de los máximos referentes y estandartes de la épica independista americana.

Belgrano, que había participado de la resistencia a las invasiones inglesas y había sido vocal de la primera junta que asumió el primer gobierno patrio el 25 de mayo de 1810, había sido enviado a la ciudad de Rosario para colocar unas baterías de artillería que debían impedir el paso de tropas realistas basadas en Montevideo. Pero las tropas propias que debían hacer frente a las realistas no tenían aún distintivo propio, por lo que Belgrano pidió autorización para crear una escarapela, basada en la cual luego se mandó a coser la primera bandera nacional.

Los colores celeste y blanco han sido objeto de distintas controversias, aunque las distintas teorías no son incompatibles. Los colores del manto de la Inmaculada Concepción, advocación mariana de la que Belgrano era devoto tanto en la imagen de la Virgen de Luján, Caacupé, Virgen del Buen Viaje, entre otras, habrían sido la principal inspiración, y ya habían sido adoptados durante las invasiones inglesas. Son también los colores borbónicos de la Real Orden de Carlos III, referencia histórica ineludible para ese momento geopolítico, basados a su vez en la Inmaculada Concepción.

El historiador Roque Sanguinetti recuerda en un artículo publicado en 2019 que el hermano del General Belgrano llegó a especificar: “Mi hermano tomó los colores de la bandera del manto de la Inmaculada de quien era ferviente devoto». En otra ocasión, ya hemos referido a la profunda devoción cristiana y mariana de Belgrano.  Sea por la vía borbónica, o por la referencia directa a la Inmaculada, no hay duda de que los colores de la Virgen son los que terminan decidiendo el rumbo de la bandera argentina.

Y por inspiración, la de otras seis naciones americanas. Por un lado, la de Uruguay, de origen común con la de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Y por otro lado la de cinco países centroamericanos, ex miembros de la extinta Provincias Unidas del Centro de América, luego República de Centro América.

 

La historia también discute la posible inspiración, aunque hay consenso en la influencia de la Fragata La Argentina comandada por el corsario Hipólito Bouchard que en nombre de la independencia sudamericana combatió tropas españolas en la zona enarbolando la bandera de esos colores.

Otro corsario decisivo para América Central, Louis-Michel Aury, usó esos mismos colores meses después para combatir realistas. Los colores fueron luego adoptados por las Provincias Unidas centroamericanas, y tras su desaparición, por las banderas de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, y Costa Rica, aunque en el caso de ésta última se incorpora tanto el rojo como otros fundamentos para las bandas azules y el blanco.

En silencio y en la pobreza se apagó la vida de Manuel Belgrano. Pero el legado del hombre fallecido hace 200 años vive, entre otras huellas históricas, en la bandera de países que gracias a su devoción llevan los colores de la Virgen en sus banderas.