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Brasil es consagrado al Inmaculado Corazón de María en el palacio presidencial con la presencia de Bolsonaro

CARI FILII

Por Javier Lozano

miércoles, 22 de mayo 2019

 

 

Este martes Brasil fue consagrado al Inmaculado Corazón de María. El país con mayor número de católicos hizo este solemne gesto de amor a la Virgen y a la fe católica en un lugar además muy emblemático, el Palacio de Planalto, la sede de la presidencia de la república.

La consagración fue proclamada por el obispo Fernando Arias Rifan y en ella estuvo presente en un lugar destacado el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que en las imágenes de esta ceremonia aparece junto a la talla de la Virgen de Fátima, traslada al palacio presidencial el pasado 13 de mayo, festividad precisamente de esta advocación mariana.

La iniciativa partió del diputado brasileño Eros Biondini y del Frente Parlamentario Católico para pedir protección de la Virgen y “reparación” de los pecados. Exultante, este político dijo que “lo hacemos por Brasil, por el amor que tenemos a nuestra nación”.

La consagración fue firmada, según la propia Presidencia, entre otros por el propio presidente Bolsonaro, el ministro de Presidencia de la República, Floriano Peixoto y el diputado Eros Biondini. Además, estamparon su firma los dos obispos presentes en el acto en el palacio presidencial, el ya mencionado monseñor Fernando Rifán y monseñor Joao Evangelista Martins Terra, obispo auxiliar emérito de Brasilia.

En el acto estuvieron también presentes otros altos cargos del gobierno así como represantes de distintos grupos y movimientos católicos de Brasil. “Es un gesto sencillo de fe, amor y de gran importancia no sólo para los católicos sino para todo Brasil”, dijo en su intervención el diputado que promovió esta consagración.

Durante el evento se rezó un misterio del Rosario y se cantó una canción mariana, “Mi Madre, Mi Reina” a cargo de unas religiosas que acudieron al palacio presidencial. La Virgen de Fátima que presidió el acto se quedará finalmente de manera permanente en el palacio del presidente.

 De este modo, Floriano Peixoto, ministro de Presidencia, agradeció a Bolsonaro el que abriera el palacio y que acompañara con su presencia este importante acto. “Este espacio así como todas nuestras dependencias públicas son lugares en los que se profesa la fe cristiana”.

Por otro lado, pidió oraciones a todos para que les ayude en su trabajo: “Qué Dios nos ilumine a todos para que logremos alcanzar nuestros objetivos de dignificar al ciudadanos y llevara nuestros hijos, hermanos, sobrinos y primos a una mejor condición, a una condición justa, mejor, para todos nosotros”.