Mónica Muñoz - publicado el 21/08/24 - ALETEIA
El origen del Ángelus
El directorio franciscano acota que la oración tiene su origen en la Orden, comentando lo siguiente:
"Por cuanto se sabe, fue Fr. Benito de Arezzo quien, hacia el año 1250, introdujo en el convento de Arezzo el Ángelus, haciendo cantar o recitar, a la caída de la tarde, la antífona El Ángel habló a María mientras sonaban las campanas. El Capítulo general celebrado en Asís en 1269, y presidido por san Buenaventura, estableció que los hermanos exhortaran al pueblo a saludar a la Virgen con las palabras del Ángel cuando al atardecer sonara la campana de completas; posteriormente, ya en el siglo XIV, se introdujo el toque y el rezo del Ángelus por la mañana, y luego también al mediodía".
San Juan Pablo II diría también en su obra Don y Misterio que:
"Comprendí entonces por qué la Iglesia reza el Ángelus tres veces al día. Entendí lo cruciales que son las palabras de esta oración: 'El Ángel del Señor anunció a María. Y Ella concibió por obra del Espíritu Santo... He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra... Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros...' ¡Son palabras verdaderamente decisivas!"
En efecto, el Ángelus se reza a las 6:00 de la mañana, a las 12:00 del día y a las 6:00 de la tarde. La oración es muy sencilla, como lo anotamos a continuación:
G. El ángel del Señor anunció a María.
R. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María…
G. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María…
G. Y el Verbo de Dios se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María…
G. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos: Infunde, Señor, tu gracia en nuestras almas, para que, los que hemos conocido, por el anuncio del Ángel, la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, lleguemos por los Méritos de su Pasión y su Cruz, a la gloria de la Resurrección. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo… (tres veces)