El Vía Matris es una alternativa que puedes rezar los viernes para acompañar a la Virgen María en su dolor cuando caminó junto a su Hijo Jesús rumbo al Calvario
Según una antigua tradición, la Santísima Virgen María visitaba diariamente los lugares del sufrimiento, la muerte y la resurrección de Jesús después de su ascensión al Paraíso. Muchas otras tradiciones también aseguran que María siguió a Jesús mientras llevaba su cruz al Calvario.
De esta manera, la Virgen María fue la primera que acompañó a Jesús a lo largo de su Vía Crucis(Camino de la Cruz), ofreciendo un ejemplo que muchos cristianos han imitado desde entonces.
Siguiendo a la Virgen María
Los franciscanos popularizaron la práctica con sus Estaciones de la Cruz, pero esa no es la única forma de caminar siguiendo los tristes pasos de María. También se desarrolló una devoción llamada Vía Matris (Camino de la Madre), que se centra en los siete dolores de María, no solamente ante la crucifixión, sino también a lo largo de toda su vida.
Según las Hermanas de Nuestra Señora de los Dolores fue «modelado siguiendo el Vía Crucis (…) se desarrolló y fue posteriormente aprobado por la Sede Apostólica. Este ejercicio piadoso ya existía en forma embrionaria desde el siglo XVI, aunque su forma presente data del siglo XIX».
Las estaciones para rezar el Vía Matris
1 LA PROFECÍA DE SIMEÓN
Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: «Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos» (Lc 2, 34-35).
2 LA HUIDA A EGIPTO
Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto (Mt 2, 13-14).
3 EL NIÑO PERDIDO EN EL TEMPLO
Acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta. Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. (Lc 2, 43-45)
4 MARÍA ENCUENTRA A SU HIJO CAMINO DEL CALVARIO
Lo seguían muchos del pueblo y un buen número de mujeres, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él (Lc 23,27).
5 JESÚS MUERE EN LA CRUZ
Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre» (Jn 19, 25-27).
6 MARÍA RECIBE EL CUERPO MUERTO DE JESÚS
José de Arimatea –miembro notable del Sanedrín, que también esperaba el Reino de Dios– tuvo la audacia de presentarse ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús (MC 15, 43).
7 DAN SEPULTURA AL CUERPO DE JESÚS
Tomaron el cuerpo de Jesús y lo vendaron con lienzos y aromas, como acostumbran a sepultar los judíos. Había un huerto en el lugar donde fue crucificado, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el que todavía nadie había sido sepultado. Como era la Preparación de los judíos, y por la proximidad del sepulcro, pusieron allí a Jesús (Jn 19, 38-42).