«Toda sociedad debe acoger el don de la mujer, de cada mujer, para respetarla, protegerla y valorarla», explicó el Papa Francisco el 1 de enero de 2024, al presidir la Misa de la Solemnidad de María Madre de Dios en la Basílica de San Pedro, en presencia de unos siete mil fieles. La liturgia estuvo marcada por los cantos de los Pueri Cantores, con coros de niños de varios países. El Papa dejó la presidencia de la Eucaristía en el altar al cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, pero pronunció la homilía.

María es «el camino elegido por Dios; es el punto de llegada de tantas personas y generaciones que han preparado ‘gota a gota’ la venida del Señor al mundo», explicó el Papa Francisco. «Dios se complació en desplegar la historia a través de ella, la mujer», situando esta encarnación de Jesús en María en la continuidad de todos los relatos bíblicos.

Si queremos ser cristianos, debemos ser marianos»

«Es hermoso que el pueblo fiel, como antaño en Éfeso -y eran cristianos valientes- proclame con alegría a la Santa Madre de Dios«, explicó el Papa, para quien esta expresión es «dogma de fe» y también «dogma de esperanza».

«Acoger a la Madre en nuestra vida no es una elección de devoción, sino una exigencia de fe», explicó el Papa. «Si queremos ser cristianos, debemos ser marianos», repitió Francisco, citando una homilía pronunciada por San Pablo VI durante una visita pastoral a Cerdeña el 24 de abril de 1970.

Redescubrir el «rostro femenino» de la Iglesia

«La Iglesia tiene necesidad de María para redescubrir su rostro femenino, para dar espacio a las mujeres y para ser procreadora a través de una pastoral del cuidado y de la solicitud, de la paciencia y del coraje materno», explicó Francisco, que había pedido la «desmasculinización» de la Iglesia durante una audiencia con la Comisión Teológica Internacional el 30 de noviembre. 

«El mundo también necesita mirar a las madres y a las mujeres para encontrar la paz, para salir de las espirales de violencia y odio, y para volver a tener ojos humanos y corazones que vean», insistió el Pontífice argentino. «Quien hiere a una sola mujer profana a Dios, que nació de mujer», machacó Francisco, cuando las noticias de feminicidios han marcado especialmente las últimas semanas del año 2023 en Italia.

«Nuestra época, desprovista de paz, necesita una Madre capaz de recomponer la familia humana. Miremos a María para ser constructores de unidad, y hagámoslo con su creatividad de Madre que cuida de sus hijos: los reúne y los consuela, escucha sus penas y enjuga sus lágrimas», dijo el Papa Francisco, invitando a contemplar un icono de la Virgen dando a luz.

El Papa instó a los fieles a dedicar el Año Nuevo a la Madre de Dios, que «sabrá abrir con ternura la plenitud del año. Porque ella nos conducirá a Jesús, y Jesús es la plenitud del tiempo, de cada tiempo, de nuestro tiempo», añadió. Citando un texto de Martín Lutero en el que comenta la Carta de San Pablo a los Gálatas, el Papa Francisco explicó que «no fue la plenitud del tiempo la que provocó la venida del Hijo de Dios, sino que el envío del Hijo provocó la plenitud del tiempo».

«Que este año esté lleno del consuelo del Señor; que este año esté lleno de la ternura maternal de María, la Santa Madre de Dios», concluyó Francisco, invitando a la asamblea a repetir tres veces en voz alta la expresión «María Madre de Dios».

El 1 de enero de 2024 se celebra también la 57ª Jornada Mundial de la Paz. El 14 de diciembre, el Vaticano publicó el mensaje anual del Papa Francisco para esta jornada, que este año se centra en los desafíos que plantea el desarrollo de la inteligencia artificial.