Maria Paola Daud - publicado el 04/11/21
Parece que son pocas, ¿verdad? Error, en realidad hay centenares de imágenes de la Virgen con la piel oscura o negra
Algunas de estas imágenes de la Virgen María con el rostro negro son muy antiguas y dan como referencia a san Lucas como pintor; un ejemplo, según la tradición, es la Virgen Negra de Częstochowa.
Algunos estudios afirman que el rostro negro de las «las Vírgenes de san Lucas» indica simbólicamente que son «vírgenes de los dolores», «En cuanto a ti, María, el dolor te herirá como golpea una espada» (Lc 2, 35).
¿Por qué son negras o de piel oscura?
Son varios los motivos del color de estas imágenes de la Virgen. Aquí lo que dicen algunas tradiciones:
- En el culto primitivo de los primeros cristianos, se adoptaron elementos iconográficos y atributos de antiguas deidades femeninas de la fertilidad, como Isis, Cibeles y Artemisa. La estatua de Isis era negra, ya que la diosa representaba la noche que dio a luz al amanecer; es decir, el dios sol. Posteriormente, con la difusión del cristianismo, se identificó el culto isíaco con el mariano.
- En el medioevo la mayoría de las imágenes eran realizadas en madera de nogal, álamo y ciprés; material que sufría importantes variaciones con la humedad. Además era fácil presa de hongos e insectos, por lo tanto era común recubrirlas con betún (que las teñía de oscuro) para protegerlas y hacerlas lo más impermeables posible.
- En algunos casos el color del rostro de la Virgen se ha visto alterado por el humo de las velas o lámparas, o por la alteración de los pigmentos a base de plomo del cuadro.
- En las representaciones en los iconos bizantinos, no solo de la Virgen María, sino también de Cristo y los santos, su tez es de color ocre. La elección del color tiene un sentido teológico, un significado espiritual que nos remite al Génesis: así como el ser humano se formó con la tierra, así en el icono la figura humana se forma con la tierra.
- Las Vírgenes negras más actuales, por decir así, tienen rasgos fisonómicos según la adaptación a las características somáticas del lugar o país de procedencia, como podría ser el caso de Nuestra Señora de Guadalupe y muchas imágenes africanas.