Maria Paola Daud - publicado el 21/02/22
Nuestra Señora del Buen Suceso, una advocación muy venerada en España y Ecuador. Descubre por qué
La advocación de Nuestra Señora del Buen Suceso, es una imagen de la Virgen María, venerada por casi cinco siglos y muy querida en España, Filipinas y Ecuador, donde la Virgen se apareció.
España
El culto de Nuestra Señora del Buen Suceso nace en España gracias a dos religiosos a la que la Virgen se les apareció.
Gabriel de Fontanet y a su hermano Guillermo de Rigosa, habían llegado a Roma para que el papa Pablo V aprobara la extensión desde Madrid a toda España de la Congregación de los Hermanos Enfermeros Pobres (los obregones).
Pero sucedió que los religiosos se perdieron en el camino y milagrosamente lo volvieron a encontrar gracias al hallazgo de una estatua de la Virgen María, sonriente, sosteniendo al Niño Jesús.
Los religiosos contaron lo sucedido a Papa Borghese quien la llamó con el nombre de Buen Suceso, en relación con el final feliz del viaje.
Nuestra Señora del Buen Suceso, se venera también en otros lugares españoles, por ejemplo:
Traiguera, donde en un principio se le llamó la Virgen de la Fuente de la Salud.
Cabanes (Castellón), donde inicialmente se llamó Virgen del Rosario, y donde curaría milagrosamente a Francisco Gavaldà, futuro obispo de Segorbe.
En Carranza, cuenta la leyenda que la virgen se apareció a una pastorcilla del lugar en el siglo XVII y le pidió que erigieran un templo en su honor.
Filipinas
En la Catedral de San Andrés, ubicada en la ciudad de Parañaque, en Filipinas, se encuentra una imagen de Nuestra Señora del Buen Suceso (en filipino ‘Ina ng Mabubuting Pangyayari’), que trajeron de España en 1625 los agustinos.
Esta imagen fue coronada en el 2000 como patrona de la ciudad de Parañaque, junto con san Andrés apóstol.
Ecuador
La devoción a la Virgen del Buen Suceso en Quito se hizo muy popular con las apariciones a la Madre Mariana Francisca de Jesús Torres que se habría tenido en visiones entre los años 1582 y 1634.
Los testimonios de las visiones fueron recogidas por Mons. Luis E. Cadena y Almeida, postulador de la causa de beatificación de la religiosa.
Mariana Francisca de Jesús Torres nació en Vizcaya (España), y después de hacer su Primera Comunión, a solo 9 años, tuvo su primera visión; en ella la Santísima Virgen María le mandaba a entrar en la orden religiosa de la Inmaculada Concepción.
Las Concepcionistas franciscanas, monjas de estricta clausura dedicadas a la oración contemplativa.
En 1577 llega a Quito con las concepcionistas para fundar un nuevo convento. Y fue en ese mismo año que recibe los primeros votos y comienza su formación religiosa.
El 2 de febrero de 1594, mientras la Madre Mariana estaba en oración en el coro superior del convento se le aparece la Virgen y le dice:
Yo soy María del Buen Suceso (1), la Reina del Cielo y de la Tierra… como su Madre, llevo al Niño Jesús en mi brazo izquierdo; a fin de que juntos podamos detener la mano de la Justicia Divina tan dispuesta a castigar a este desgraciado y criminal mundo. En mi mano derecha, llevo la cruz que ves porque deseo gobernar este convento como Abadesa y Madre… Satán va a empezar a intentar destruir esta obra de Dios… pero él no tendrá éxito porque yo soy la Reina de las Victorias y la Madre del Buen Suceso y es bajo esta invocación que deseo ser conocida a través del tiempo…»
La Santa Virgen María puso al Niño Jesús en brazos de la Madre Mariana, infundiéndole un fuerte deseo de sufrir como alma víctima.
Advirtió sobre el siglo XX
Desde ese momento la Virgen del Suceso se apareció a Madre Mariana en varias oportunidades; para ordenar que se le fabricara una estatua en su honor; y para advertir sobre terribles sucesos en el siglo XX (pestes, hambrunas, herejías, blasfemias, grandes guerras)…
Las predicciones hechas por Nuestra Señora a sor Mariana fueron terribles:
“habrá una guerra formidable y espantosa en la que fluirá sangre de propios y ajenos, de sacerdotes seculares y regulares y también de religiosas”.
Pero ante tanto terror luego dio un anuncio de esperanza:
“…entonces llega mi hora, en la que Yo, de una manera asombrosa destronaré al soberbio Satanás, poniéndolo bajo mi planta y encadenándolo en el abismo infernal; dejando por fin libre a la Iglesia y a la Patria de su cruel tiranía”.
El 8 de diciembre de 1634, la madre Mariana informa de una nueva aparición de la Virgen y el Niño; junto con los tres arcángeles, que anuncian el final de su vida mortal.
En Ecuador, la fiesta de Nuestra Señora del Buen Suceso se celebra el 2 de febrero, día de la Candelaria.
La imagen de Nuestra Señora se coronó el 2 de febrero de 1991.
El 8 de agosto de 1986 se abrió la causa de beatificación de Madre Mariana.