El objetivo de esta Web es la creación de minorías activas, que muestren a sus compañeros, familiares y vecinos el cariño que les tiene la Virgen María y lo que tiene reservado para cada uno de nosotros y para esta sociedad. Cada uno de los lectores de esta web puede ser un foco activo de la devoción a María. No hay que apuntarse a ningún sitio, no es una Asociación. Es simplemente un compromiso personal con María.

 Hay muchas razones para tratar a María, y son muchos los beneficios que Ella quiere darnos a nosotros.

 A lo largo de los siglos siempre han aparecido minorías que, como fermento en la masa, han cambiado la sociedad.

 En el Antiguo Testamento, el Resto de Israel conserva el mensaje de Yahvé a lo largo de muchos siglos.

 En la Edad Media, San Benito se retira con sus pocos seguidores a lugares inexpugnables y apartados, conservando toda la ciencia y tradición del momento, de la barbarie arrasadora. Y ese será el comienzo de Europa.

 Ahora es el momento de las minorías activas marianas. Sólo María con su omnipotencia suplicante puede salvar a esta civilización de sí misma.

 La Virgen María es la mayor promotora de Cultura de todos los tiempos. Tanto en pintura, como en escultura como en la música, es la mujer más reproducida de toda la Historia de la humanidad y la religión Católica es la única que tiene a la mujer en tan alta dignidad, siendo la mayor fuente de inspiración de todos los artistas.

 La devoción a la Señora es el arma más poderosa que Dios ha dado a los hombres. Ella es la Mujer que en Nazaret dijo SI a la llamada del Padre y aplastó la cabeza del dragón.

¿Quieres ser Amigo/a de la Virgen?

   ¿Quieres que presida los hogares del mundo, y comparta tus afanes diarios?

      ¿Quieres hacer el bien a tus amigos, a tus vecinos y a los que te rodean?

         ¿Quieres que sea la Madre que acompañe siempre a tus hijos?.

                        ¿SI? !!! Entonces:  

Comprométete a rezar al menos un misterio del Rosario al día

   Pon a la Virgen en el centro de tu hogar. Mírala al entrar y al salir de tu casa.

      Confíale tus penas y alegrías.

         Enseña a tus hijos a quererla y reza con ellos.

            Difunde esta devoción con tus amigos y vecinos para que presida otro nuevo hogar.