Esther Núñez Balbín - Aleteia Perú - publicado el 06/05/18 - actualizado el 02/05/23
Un lugar que recibe miles de visitantes y que se ha transformado en uno de los centros de mayor devoción mariana en América del Sur
Venidos desde todas partes, los peregrinos pugnan por ver a su mamita. Su manto lleva algún milagro realizado o pedido. Un dibujo simbólico de lata nos muestra cómo la «Mamita de Chapi» escucha a sus hijos.
«Que lo sepa todo el mundo. No podía caminar». Durante cuatro años Olga Román visitó el Santuario en Chapi, al sur de Arequipa, y ocurrió lo inesperado. Pudo asentar el pie. Así lo cuenta la mujer a la televisión peruana.
Ubicada a 2.000 metros sobre el nivel del mar en el distrito de Polobaya, el valle de Chapi suele recibir cada año a más de 250.000 turistas. Un camino empedrado. Una quebrada seca y árida. Sin agua. Habitable para pequeños poblados. Es la ruta que por varios días deben seguir los peregrinos para llegar a los pies de su mamita. ¿Puede una promesa llevar a más gente a seguir este camino?
La caminata se prolonga por 90 kilómetros. A lo lejos la imagen de la Virgen de Chapi se observa dibujada en el cerro. Así lo explican sus pobladores que en ocasiones también saben trepar los cerros para recolectar cangallo, fruto del cactus con propiedades curativas.
¡Chaypi, Chaypi, aquí no más!
Oscurece y la caminata iniciada en Mollebaya continúa. Bajo la luna el sendero conduce hacía Omate en Moquegua. Con linternas en mano los peregrinos persisten en tocar a «la mamita», firmes con los bastones de sauce, que les ayudan a abrirse el paso. ¿Qué te hace continuar cuesta arriba?, pregunta insistente la conductora peruana Sonaly Tuesta durante su reconocido programa cultural.
Es la fe. «Si quieres pedirle algo a la Señora de Chapi, debes prometer peregrinar cuatro años seguidos», comentan los pobladores.
Cuenta la historia que al ser trasladada al lugar donde ahora está su santuario la «Mamita de Chapi», se asentó en el lugar. «Una gran tormenta de arena fina y ceniza impidió su trasladó, ¡“Chaypi, chaypi, aquí no más”!», se escuchó. Desde entonces la Imagen que hasta ese entonces era venerada como la advocación de la Virgen de la Candelaria cambio de denominación.
Los pobladores aseguraron que ella misma se había dado el nombre «Virgen de Chapi». El santuario situado en la ladera de la quebrada recibió a 270 mil visitantes, la cantidad superó el número de turistas que la ciudad recibe. Y es que los pobladores están de fiesta celebran luego de 12 años la entrega de cincuenta mil metros cuadrados, destinados para un imponente santuario.
Arequipa y una reapertura más que esperada
En 2022, tras la pandemia del coronavirus, el santuario de la Virgen del Chapi volvió a abrir sus puertas para recibir a los devotos.
Según informaron en su momento medios como RPP, al menos 20.000 fieles llegaron caminando o en bus a la Ciudad Blanca con el fin de volver a tener antes sus ojos a la querida imagen de la Virgen, además de agradecerle o pedirle favores.
Además, se trató de un peregrinaje más que especial, debido a que muchos perdieron a familiares durante la pandemia del coronavirus. Pero la fe pudo más y el amor a esta advocación peruana que empezó a celebrarse a mediados del Siglo XVIII una vez se hizo presente.
En tanto, en 2023, la expectativa, con presencia de peregrinos de manera especial este 1 de mayo, también era muy fuerte en Arequipa, nombrada patrimonio cultural de la humanidad en el año 2000.