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Pablo Cesio - Aleteia Perú - publicado el 04/10/21

Perú celebró este domingo 3 de octubre los 318 años de la primera aparición de la Virgen del Rosario de Yauca

La pandemia del coronavirus volvió a suspender las actividades más relevantes alrededor de la Virgen del Rosario de Yauca, una advocación mariana que guarda un curioso vínculo con el desierto.

Efectivamente, según diversas reseñas, fue a comienzos del Siglo XVIII, una imagen de Nuestra Señora del Rosario fue encontrada en la zona del desierto de Yauca, vinculado a la diócesis de Ica en Perú, entre matorrales. La imagen que fue vista por unos pobladores tenía al Niño Jesús y un rosario.

Aquella imagen de unos 60 centímetros de altura ha cautivado desde un comienzo a una población que hasta el día de hoy se encarga de celebrarla durante los primeros días de octubre.

Precisamente, este domingo 3 de octubre se recordaron los 318 años de la primera aparición de la Virgen del Rosario de Yauca.

Una devoción que sigue atrapando

El amor por la Virgen del Rosario de Yauca se mantuvo. Esto a pesar de que lo presencial estuvo limitado y hubo celebraciones virtuales por la pandemia del coronavirus. Es que en tiempos sin pandemia la peregrinación hacia la Virgen de Yauca, vinculada a una zona de difícil acceso, representa una auténtica experiencia de fe.


El santuario, ubicado a las afueras de la ciudad, está acostumbrado a recibir a miles de peregrinos que suelen caminar con ánimo unas 6 horas.

Es que la ciudad de Ica verdaderamente suele paralizarse ante tan particular veneración. Las calles suelen llenarse de gente. Los vehículos también colaboran al aumento del número de los visitantes y aquel desierto hasta se hace “dulce” para muchos.

De todos modos, a pesar de los pesares, la diócesis de Ica pudo celebrar el aniversario de aquella primera aparición. La Virgen iqueña sigue ablandando corazones.