Pablo Cesio - Aleteia Ecuador - publicado el 14/09/21
Un sitio cargado de devoción en Ecuador que se ha transformado en sinónimo de peregrinación en América Latina
Peregrinar, aquello de ponerse en camino para un reencuentro sanador que colme el corazón. Sí, un itinerario cargado de búsqueda y esperanza que en América Latina tiene a la Virgen María -y sus santuarios- como una de las principales protagonistas.
Es que cuando uno empieza a peregrinar, con el anhelo de la súplica, pero también del agradecimiento, ya no importa tanto aquello de los kilómetros recorridos, sino el viaje interior que en muchos casos también implica conversión.
Virgen del Cisne, famosa peregrinación
Es aquí donde entra la ciudad de Loja y la Virgen del Cisne en Ecuador, un caso típico de peregrinación en Sudamérica. Una localidad, al sur del país, que se transforma en fiesta cada vez que se acerca el momento de homenajear a “La Churonita”. Un sitio de encuentro con Dios a través de María cargado de testimonios fe.
A continuación uno de los tantos ejemplos publicados en la propia web del Santuario Nuestra Señora del Cisne:
“El 13 de agosto de 1970, Virgilio Aguirre Pozo, humilde agricultor de la provincia de el Oro, llego hasta el Santuario llevando a su hijo enfermo de poliomielitis, a quien le había hecho atender en diversos lugares con algunos médicos y quienes le diagnosticaron que la enfermedad de su hijo, de 13 años, era incurable. Don Virgilio con lágrimas en sus ojos imploró a la Santísima Virgen por la salud de su hijo. Durante la Misa sintió que su hijo, que lo tenía en brazos, movía las piernas y todo su cuerpo adquiría vida nuevamente. Ante el asombro de numerosos devotos vieron al niño salir andando, sin ayuda de nadie. Desde ese día don Virgilio junto a su familia van cada año a dar gracias a Dios por aquel milagro”.
Una ciudad que se revitaliza
Ejemplos como el de Virgilio tocan el corazón y permiten entender por qué tanta devoción en Loja, sitio que custodia la imagen de la Virgen del Cisne, cuya fiesta principal se celebra cada mes de agosto. En 2021, debido a la pandemia, una vez más todo fue más limitado sin las típicas procesiones o romerías.
Sin embargo, la pandemia no impidió que la presencia de la Virgen siguiera atrayendo a visitantes y dinamizado los negocios de la ciudad. Así lo señaló un reciente informe firmado Lineida Castillo en El Comercio y que da cuenta de cómo los sectores turístico, productivo y comercial de Loja están en recuperación.
Por ejemplo, en el informe se hace referencia a los puestos que ofrecen recuerdos religiosos, también espacios en sitios públicos donde los fotógrafos improvisan maneras para que los fieles se retraten con “La Churonita”.
Pero también se hace referencia a ferias, festivales culturales, exposiciones y apertura de sitios turísticos. Todo esto bajo la supervisión del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) y de la mano de la caída de casos de coronavirus, además del fuerte avance de la vacunación.
Sin dudas, se añade, una situación que ha devuelto la confianza y ha permitido también, por ejemplo, que la ocupación hotelera fuera superior al 70%.
En un día o más
La otra dinámica que se ha constatado ha sido la de visitar la Virgen en familia y retornar al lugar de origen en un mismo día. Es esto lo que ha sucedido con un grupo de devotos que acudieron al lugar entre el 8 y 9 de septiembre.
No obstante, el promedio de los turistas suele quedarse unos tres días en la localidad, tiempo que sirve para visitar también otros lugares emblemáticos como el Parque Nacional Podocarpus y Saraguro.
Por último, una vez más aquello de la fe en medio de un contexto aún especial:
“Para nosotros es importante vivir este momento espiritual después de tanto tiempo. Venimos a agradecer por la salud y a rezar por nuestros compañeros devotos que murieron con el virus” dijo a ese medio Viviana Aguilar, una de las peregrinas.