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I.Media - Arthur Herlin - publicado el 21/05/21

Hasta qué punto la cuestión de la salud está en el corazón de la espiritualidad del santuario de los Pirineos

petición del papa Francisco, durante el mes de mayo se ha organizado una maratón de oración para pedir el cese de la pandemia. El 18 de mayo, le tocó al santuario de Lourdes rezar el rosario con una intención especial por los médicos y enfermeras. El doctor Alessandro de Franciscis, que representaba a la comunidad sanitaria en la gruta en esta ocasión, explica a I.MEDIA hasta qué punto la cuestión de la salud está en el corazón de la espiritualidad del santuario de los Pirineos.

¿Por qué rezar por el fin de la pandemia tiene tanto sentido en el santuario de Lourdes?

 

Porque, durante las apariciones, Lourdes se convirtió al mismo tiempo en lugar de curación para el corazón y para el cuerpo. Siete milagros de curación se observaron antes incluso del fin de las apariciones marianas.

Las curaciones del cuerpo fueron tan importantes que el obispo de entonces, Mons. Laurence, encargó a una comisión episcopal, diez días después de la última aparición, que se pronunciara sobre las curaciones.

Además, la curación del cuerpo se reconoció desde 1865 al mismo tiempo que las apariciones.

Hace un año que el santuario está desierto y los enfermos no pueden visitarlo. ¿Cómo se han adaptado a esta situación?

En la actualidad, por supuesto, el santuario ya no recibe a sus millones de peregrinos. Es un tiempo de sufrimiento, de repliegue y de reconstrucción, como después de una guerra. En primer lugar, se ha visto afectada la movilidad de las personas.

Por eso, hemos aprovechado este periodo para realizar un inmenso trabajo para recibir a peregrinos tanto enfermos como sanos. Hemos escuchado el grito y las lágrimas de los fieles.

Además de los enfermos, ¿el santuario de Lourdes está dedicado de algún modo a los sanitarios?

Sí, estamos especialmente atentos al dolor del mundo de los sanitarios que ha sufrido también durante la crisis sanitaria y que continúa sufriendo. Bajo la dirección del padre rector, Mons. Olivier Ribadeau Dumas, la oración en la gruta ha sido ininterrumpida y continua a favor sobre todo del personal sanitario.

El año pasado les aplaudíamos, pero desde entonces se les ha dado un poco de lado. Este es también el motivo por el que el santuario se ha sumado al rezo del rosario solicitado por el Papa para pedir el fin de la pandemia –añadiendo una intención especial por el personal médico y de enfermería–, en el cual yo participé.

En la gruta, representé con humildad a la comunidad médica.

¿La vacuna facilita sus esfuerzos para reabrir las puertas del santuario?

La campaña de vacunación muestra sus efectos. Desde luego, estamos a favor de las campañas de vacunación. Recibir a personas vacunadas en el santuario es una forma de aplicar la exhortación del Papa a vivir la vacuna como un acto de caridad. Vacunarse es una manera de reducir la transmisión y, sobre todo, la posibilidad de caer enfermo. ¡Es algo hermoso!

Gracias a ello, vamos a poder recibir a unos 350 militares y sus enfermos en los próximos días y acabamos de recibir confirmación de que la peregrinación nacional del 15 de agosto tendrá lugar.

Entrevista realizada por Arthur Herlin