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Devotos del lugar en una peregrinación tranquila al santuario
Devotos del lugar en una peregrinación tranquila al santuario

Al menos 600 funcionarios del Gobierno chino, unidos a fuerzas policiales, han llegado en la mañana del miércoles 10 de abril al santuario de Mujiaping para destruirlo. Allí han pasado la noche 200 fieles católicos con la intención de protegerlo, según informa la agencia AsiaNews.

El santuario se encuentra en la diócesis de Fengxiang (Shaanxi), en una zona de montañas y aldeas pobres, la misma donde las autoridades arrasaron la iglesia de Qianyang  el 4 de abril pasado.

Los 200 fieles se concentraron en las escalinatas que conducen a la puerta de la iglesia. “Estamos dispuestos a dar nuestras vidas”, dijo uno de ellos. 

El santuario mariano de Mujiaping se encuentra en una zona montañosa perteneciente al distrito de Taibai, en medio de poblados muy humildes. Si bien la iglesia en sí está dedicada al Sagrado Corazón de Jesús, son habituales las peregrinaciones hacia la imagen de la Virgen ubicada junto al cerco que rodea el santuario.

mujiaping_bueno

La policía planea destruir:

- el santuario, 
- el portón principal con vidrieras a través del cual se ingresa al lugar por una escalinata, 
- la iglesia 
- y la estatua de la Virgen que recibe a los peregrinos.

Los fieles piden a todos los cristianos rezar por la salvaguarda del santuario y por la salvación de la población.

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Católicos de la zona en una peregrinación al santuario

Además, se piensa que las autoridades piensan destruir al menos otros 3 templos cristianos en los próximo días. 

La violencia que está asolando las iglesias de Fengxiang tiene una razón precisa, que ha sido confirmada por los fieles: las autoridades quieren que las instalaciones, las personas, los sacerdotes y el obispo pertenezcan a la Asociación Patriótica, el organismo de control del Partido Comunista. “Si no se inscriben, destruiremos todo”, habría dicho un funcionario.

En el panorama eclesial chino, la diócesis de Fengxiang, que hasta el 2017 estuvo guiada por Mons. Lucas Li Jingfeng, tiene un rasgo muy particular: es la única diócesis en la que los fieles y el obispo no están inscritos en la Asociación Patriótica, si bien desde el 2001 el lugar cuenta con una Oficina gubernamental de asuntos religiosos.  Desde el 2017, el obispo a cargo de la diócesis es Pedro Li Huiyuan, de 54 años.