Uruguay celebra a su patrona, la Virgen de los Treinta y Tres, de una manera distinta y adaptada a tiempos de coronavirus
En condiciones normales sería una de las peregrinaciones más destacadas de Uruguay. Pero en 2020, debido a la pandemia del coronavirus, todo cambió.
Es por esto que en Uruguay, al igual que en otros países como México con la Virgen de Guadalupe, Argentina con Luján o Brasil con Aparecida, el homenaje a su patrona, la Virgen de los Treinta y Tres , este 8 de noviembre no se hará de manera presencial.
Una “peregrinación espiritual”
Como alternativa, la invitación de los obispos de Uruguay en 2020 es la de realizar una “peregrinación espiritual” y de súplica por el fin de la pandemia, algo hasta ahora inédito.
“Este año no podemos peregrinar en forma presencial al Santuario de la Virgen de los Treinta y Tres pero los fieles de todos los rincones del país podrán unirse a la súplica que los obispos dirigirán desde el Santuario de Florida a la Patrona de la Patria por el fin de la pandemia y sus consecuencias” , publica el portal de la Iglesia de Uruguay.
Puedes unirte a la súplica a través de este link
@santuariovirgentreintaytres
Uruguay y la Virgen de los Treinta y Tres
La imagen –una talla de madera de apenas algo más de 30 centímetros de largo- acompaña a los habitantes de esa región de América Latina desde antes de existir como país.
La imagen es venerada en la catedral de Florida, uno de los 19 departamentos de Uruguay y pequeña localidad de poco más de 30.000 habitantes ubicada a 98 kilómetros de la capital Montevideo.
Detrás de esta pequeña obra artística hay una larga histórica, aunque con la particularidad de no estar acompañada de ninguna señal extraordinaria o revelación particular como otras advocaciones marianas en países de América Latina.
Esta talla hecha con cedro paraguayo data de la primera mitad del Siglo XVIII y fue labrada en las Misiones Orientales de los Jesuitas , recuerda el santuario nacional dedicado a la Virgen.
Fue esta Virgen quien acompañó al cura Santiago Figueredo en la fundación de la otrora Villa de San Fernando de la Florida , lugar fuertemente arraigado a los diversos acontecimientos que dieron posterior nacimiento a la República Oriental del Uruguay. No en vano fue en Florida donde se proclamó la independencia.
Coronación y consagración
Detrás de todo esto, y acompañando a todos esos hombres -particularmente al grupo reconocido históricamente como el de los «Treinta y Tres Orientales» que estuvieron al frente de la denominada «Cruzada Libertadora de 1825»-, se encontraba esta advocación mariana, algo que permite entender mejor lo de su nombre y protección.
“Ante esta imagen se celebró la Misa por la patria, se cantó el Te Deum , se presentó la bandera tricolor. Por eso, el pueblo espontáneamente fue llamando a la pequeña talla ‘La Virgen de los Treinta y Tres’”, recuerda el sitio web del santuario nacional que lleva su nombre.
El general Manuel Oribe , segundo presidente constitucional de Uruguay y uno de los hombres que lideró la gesta, le ofrendó una corona de oro en año 1857. Años más tarde, en 1925, obtiene una nueva corona, esta vez con joyas donadas por mujeres de la época.
Fue el papa Juan XXIII quien en el año 1961 le otorga la Coronación Pontificia. Recién en el año 1988 el papa Juan Pablo II le consagró a Uruguay.
En tanto, el 10 de noviembre de 2019, luego de más de 30 años, Uruguay renovó su consagración a la Virgen de lo Treinta y Tres.