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                Antoine Mekary | ALETEIA 

I.Media 
María es madre, esposa y maestra para nuestro tiempo, afirmó hoy el Pontífice

«El tiempo que vivimos es de María», declaró el Papa Francisco durante una audiencia concedida a los miembros de la Facultad Marianum el 24 de octubre de 2010 en el Palacio Apostólico del Vaticano. Nos invita a «ir a la escuela de María», porque la Virgen enseña según él «el alfabeto de la vida humana y cristiana».
La Pontificia Facultad Teológica Marianum es una universidad pontificia en Roma, fundada en 1895 por la Orden de los Siervos de María y elevada por Pío XII (1939-1958) al rango de universidad pontificia. Se especializa, como su nombre indica, en Mariología, la rama de la teología católica que se ocupa del lugar de la madre de Cristo, María, desde la perspectiva de comprender a Dios y la Salvación. El Papa Francisco recibió a estudiantes de doctorado y profesores con motivo del 70 aniversario de su ascenso al rango de universidad pontificia.

En un breve discurso, el pontífice subraya cuánto sirve María a la Iglesia católica hoy: «Ir a la escuela de María es ir a la escuela de la fe y de la vida», explica. porque enseña a los cristianos “el alfabeto de la vida humana y cristiana”. El Primado de Italia declara que «el tiempo que vivimos es el de María».

Si bien la era actual es la del Vaticano II, el 266º Papa señala que ningún concilio de la historia ha concedido a la mariología «tanto espacio» como «el que le consagra el Capítulo VIII de Lumen». Gentium ”. Esta contemporaneidad de María, indica, nos invita a “redescubrir a la Virgen” como madre y como mujer.

María, madre de la fraternidad
Como madre, la Virgen «puede hacer más fraternales la Iglesia y el mundo», dice el Sumo Pontífice. «La Iglesia debe redescubrir su corazón maternal, que late por la unidad», y el mundo, según él, «necesita la maternidad, la que genera y regenera la vida con ternura».

“El mundo sin madres no tiene futuro”, dice el obispo de Roma. María puede volver a poner en el centro esta función maternal, porque «enseña el arte de encontrarse y caminar juntos».

María, mujer del pueblo
Pero María también es mujer, la “nueva Eva, que desde Caná al Calvario interviene por nuestra salvación”. Si la madre hace a cada uno de los hermanos, la mujer «nos hace un pueblo», explicó el pontífice, destacando la importancia que ocupa la Virgen en la piedad popular.

El sucesor de Pedro pidió a la mariología “seguir con atención, promoverla, a veces […] purificar” esta dimensión popular “estando siempre atentos a los“ signos de los tiempos marianos ”que atraviesan nuestro tiempo”. Uno de esos signos, dijo, es la cuestión del «papel de la mujer».

“¿Cuántas mujeres no reciben la dignidad que se merecen?»
«Cuántas mujeres no reciben la dignidad que les corresponde», lamentó el Papa, pidiendo que se busquen «espacios más dignos para las mujeres» en la Iglesia Católica. La actualidad necesita de las mujeres, «su inteligencia y su estilo».

En teología, por ejemplo, las mujeres pueden aportar un pensamiento «no abstracto y conceptual, sino delicado, narrativo, vital», señala a su audiencia. Las mujeres «pueden contribuir a llevar a la cultura, también a través del arte y la poesía, la belleza que humaniza y da esperanza».