Daniel Esparza - Jean Pierre Fava - publicado el 16/08/25 Aleteia
La Asunción de María es la garantía de lo que espera a todos los que confían en Cristo: un futuro de gloria, un destino de alegría y un hogar eterno en la presencia de Dios
En este Año Jubilar, tiempo de renovación y gracia, la Fiesta de la Asunción ofrece un profundo recordatorio de nuestra esperanza última: la vida eterna en el Cielo. Celebrada el 15 de agosto, esta solemnidad proclama el misterio de la asunción corporal de María al cielo, revelando el glorioso destino preparado para todos los que siguen a Cristo.
Las enseñanzas de san Juan Pablo II y del Papa Francisco enfatizan que, para comprender lo que significa ser verdaderamente humano, debemos mirar a Cristo. Como el nuevo Adán, Jesús revela la plenitud de la existencia humana, y en la Asunción, María —la nueva Eva— nos muestra el cumplimiento de esa promesa. El difunto Papa Francisco explicó que la Asunción de María no se trata solo de su propia glorificación, sino del plan de Dios para salvar a la persona entera, cuerpo y alma. El Catecismo de la Iglesia Católica afirma esta esperanza, recordándonos que, así como Jesús resucitó de entre los muertos, también nosotros resucitaremos a una nueva vida (CIC 966).
La profunda devoción de Malta a la Asunción
Las Islas Maltesas tienen una profunda y antigua devoción a la Asunción, que se remonta a los inicios del cristianismo. María, bajo el título de Santa Marija Assunta, es la Patrona de Malta, y su festividad es una de las celebraciones más significativas del año.
Los registros históricos muestran que cuando san Pablo naufragó en Malta, lo acompañó san Lucas, el más mariano de los evangelistas. Dada la profunda comprensión de Lucas sobre el papel de María en la salvación, es probable que compartiera estas ideas con el pueblo maltés. Esto explica por qué Malta, desde sus inicios cristianos, ha tenido una especial reverencia por la Santísima Virgen.
Para el siglo XV, muchas de las parroquias más antiguas de Malta ya estaban dedicadas a la Asunción. Para el siglo XIX, las islas contaban con 92 iglesias y 22 altares en su honor , y hoy en día, nueve parroquias aún celebran la Asunción como su festividad principal. El evento se caracteriza por procesiones, misas y vibrantes celebraciones comunitarias, lo que lo convierte en un elemento muy querido de la identidad católica maltesa.
Para el siglo XV, muchas de las parroquias más antiguas de Malta ya estaban dedicadas a la Asunción. Para el siglo XIX, las islas contaban con 92 iglesias y 22 altares en su honor.
El santuario mariano nacional de Gozo: un testimonio de fe
La isla hermana de Malta, Gozo, alberga el famoso Santuario de la Virgen Ta' Pinu, un santuario nacional dedicado a la Asunción. Este lugar sagrado, conocido por su historia milagrosa, ha atraído a peregrinos durante generaciones. La imagen de Nuestra Señora de Ta' Pinu representa a María siendo coronada como Reina del Cielo, rodeada de los apóstoles. Esta impactante imagen refleja la antigua tradición bizantina de la Dormición y Asunción de María, destacando su papel especial en el camino cristiano hacia la vida eterna.
Otro sitio importante de Gozo es la Catedral de la Asunción en Victoria, construida sobre lo que se cree que fue un antiguo templo romano dedicado a Juno. Esta iglesia representa la perdurable transformación cristiana de Malta y Gozo, donde la Santísima Virgen ha sido venerada durante casi 2000 años.
Un llamado a la peregrinación: La ruta Melita Mariana
Para quienes buscan experimentar esta devoción mariana más profundamente, el Proyecto Melita Mariana ofrece una peregrinación inolvidable por Malta y Gozo. Este recorrido de 60 kilómetros invita a los peregrinos a recorrer siglos de fe, explorando lugares sagrados moldeados por el legado de san Lucas y la Iglesia cristiana primitiva. Ya sea que busquen renovación espiritual o una conexión profunda con la historia, esta peregrinación ofrece la oportunidad de viajar a través del tiempo y la devoción.
Detalle de la pintura mural del ábside de la iglesia parroquial de Stella Maris, obra de Giuseppe Cali.
La Asunción: Una celebración de nuestra gloria futura
La Fiesta de la Asunción es más que un simple día de devoción: es una proclamación de la esperanza cristiana. A través de la Asunción de María, vemos revelado nuestro futuro. Así como ella fue llevada en cuerpo y alma al cielo, también nosotros estamos llamados a participar de la resurrección de la carne y de la vida eterna.
Este año, al celebrar el Jubileo, la Asunción nos recuerda que las promesas de Dios no son abstractas: se cumplen en vidas humanas reales. La Asunción de María es la garantía de lo que espera a todos los que confían en Cristo: un futuro de gloria, un destino de alegría y un hogar eterno en la presencia de Dios.