Esta web usa cookies operativas propias que tienen una pura finalidad funcional y cookies de terceros (tipo analytics) que permiten conocer sus hábitos de navegación para darle mejores servicios de información. Si continuas navegando, aceptas su uso. Puedes cambiar la configuración, desactivarlas u obtener más información.

Carlos Zapata - publicado el 23/09/24

 

Un fruto de la Jornada Mundial de la Juventud que une a dos países y renueva una promesa divina. Fátima y Coromoto reiteran que el amor de Dios es más grande que el odio… ¡Y que Él tiene la última palabra!

Viajó miles de kilómetros desde su sede en Lisboa para recorrer varias poblaciones de Venezuela durante quince días. Es la tercera vez que Nuestra Señora de Fátima sale de Europa con rumbo a la nación sudamericana. Pero es la primera que sucede tras la inesperada peregrinación de la Patrona de Venezuela en Portugal…

¿Cómo fue posible este pequeño gran milagro? ¿y cómo surgió en medio de una amistad entre dos advocaciones marianas de países geográficamente distantes? Para desentrañar el misterio, Aleteia conversó con los protagonistas directos de este hecho y brinda los detalles de la simpática historia.

La visita ocurrió como fruto de la más reciente Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), organizada en Lisboa (Portugal), donde cientos de miles de jóvenes de todo el planeta se reunieron para expresar públicamente su profundo amor a Dios.

“Fuimos a la JMJ en Lisboa, con 170 jóvenes, a la Diócesis de la Alegría en Fátima. Nos recibieron muchas familias en las comunidades de Coimbrão y Monte Redondo, entre otras. Esas personas nos trataron de maravilla. En la casa donde me recibieron, estábamos en total 8 peregrinos, incluyendo a 2 sacerdotes y algunos jóvenes”. 

Lo narra monseñor José Manuel Romero, obispo de la Diócesis de el Tigre, desde una zona rural del oriente de Venezuela. Añade que esas personas se encariñaron con ellos, porque para ese momento “estaban sin párroco. Los laicos se pusieron la JMJ en los hombros y nos atendieron muy bien”.

La Virgen de Coromoto peregrinó en Portugal

“Uno de los jóvenes venezolanos llevaba un retablo de Nuestra Señora de Coromoto, la patrona de Venezuela. Estas personas comenzaron a pasarse el retablo de familia en familia; la llevaban a las casas y se reunían allí a rezar el rosario, mientras que los domingos acudían con ella a Misa”, abunda el prelado.

“En medio de esta actividad tan bonita surgió la idea de llevar la imagen de Fátima a Venezuela”. Luego, el liderazgo y la motivación de un grupo de jóvenes despertó el interés de varias instituciones, incluyendo a la misma Conferencia Episcopal Venezolana, impulsados por el apoyo del obispo y el deseo de hacer realidad el encuentro.

“Después, providencialmente, estuve en enero en Lisboa para un evento que había y pude ir a la diócesis. Allí hablé con el señor obispo”, es decir, con monseñor José Ornelas Carvalho, obispo de Leiria-Fátima, la diócesis portuguesa que alberga el santuario en cuyo interior se encuentra la imagen original de Nuestra Señora de Fátima.

Igualmente, conversó con el rector del Santuario y con laicos que se sumaron al esfuerzo de la peregrinación. “Recibimos un rotundo apoyo de la comunidad portuguesa de Venezuela”, que según el prelado, es particularmente diligente y generosa en todo lo relacionado con la devoción a la Virgen María. ¡Y el milagro ocurrió!

Un recorrido por barriadas y zonas indígenas

Los venezolanos recibieron la venerada imagen el 24 de agosto de 2024 en Caracas. Desde allí salió posteriormente en un largo y complicado recorrido que la llevó incluso hasta las entrañas de Petare, integradas por zonas económicamente deprimidas que conforman el barrio más grande de América Latina.

La imagen de la Madre de Dios estuvo en San Fernando de Apure, el Tigre, comunidades indígenas como Kariña Borbonero y la Periquera, Ciudad Bolívar, la Guaira, el Vigía, Machiques, Maracaibo, Coro, Punto Fijo, Guatire, Yare, Los Valles del Tuy, Puerto Cabello, Barquisimeto y Guanare, en un largo recorrido por las tierras venezolanas.

Otro punto destacado de la peregrinación es el hecho de que Nuestra Señora de Fátima visitó el Santuario Basílica Menor de la Virgen de Coromoto, el 8 de septiembre, justo la semana en la que se conmemora de forma muy especial la aparición mariana en el país sudamericano.

“La gente estaba increíblemente feliz. Fue una visita absolutamente preciosa, muy bonita”, expresó entusiasmado monseñor Romero, quien insistió en que todo fue posible gracias a varios laicos que se unieron en un esfuerzo maratónico, entre los que mencionó repetidas veces a Saritza Roque y Duben Cabrita.

“Durante la prejornada de la Jornada Mundial de la Juventud, en medio de la alegría, del compartir, quedamos siendo amigos, grandes hermanos de la fe. Empezó a surgir una gran fraternidad y eso hizo que pensáramos en la peregrinación, pero también en darle una continuidad a la JMJ, de modo que no se quedara sólo en un gran evento, sino sobre todo que nos siguiera conectando a traves de encuentros interculturales”. 

Lo cuenta a Aleteia, Saritza Roque, directora del Centro de Laicos, Familia y Juventud de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), quien también detalló que la visita se hizo con una delegación de diez portugueses, los cuales hicieron parte de acogida de las familias venezolanas que visitaron Lisboa durante la JMJ.

“Es algo muy bonito, porque también implicó un reencontrarnos con ellos, salvo que en esta ocasión estaban en nuestras casas, como ocurrió cuando los visitamos en Portugal”, abunda.

Institucionalmente, además del episcopado venezolano, se sumaron al esfuerzo la Pastoral Juvenil, el Apostolado Mundial de la Virgen de Coromoto y la parroquia de Monte Redondo -de Portugal.

Más de medio siglo de peregrinaciones mundiales

El recorrido de la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima por el mundo tuvo su origen en el año 1947. Tras las apariciones marianas y siguiendo instrucciones de santa Lucía, se impulsó el anhelo de llevar el mensaje de amor de la Madre de Dios alrededor de Europa.

En principio, la peregrinación se llevó hacia las regiones más golpeadas por la violencia y el horror que causó la II Guerra Mundial. Décadas después, la venerada imagen ha recorrido decenas de naciones del mundo, incluida Venezuela, adonde peregrina nuevamente para recordar que pese al odio, ¡triunfarán el amor y la justicia de Dios!

Copyright © Aleteia SAS