La población de Sainte-Mère-Eglise fue escenario de una de las más famosas batallas de la II Guerra Mundial, el Desembarco de las tropas aliadas en Francia. Su iglesia contiene unas vidrieras dedicadas a esa hazaña, entre ellas la de una Virgen rodeada de aviones y paracaidistas
Pasearse por Normandía, en el norte de Francia, es rememorar uno de los episodios más célebres de la II Guerra Mundial: el llamado «Día D», que tuvo lugar el 6 de junio de 1944.
Durante esa jornada y las siguientes, desembarcaron en las costas normandas miles de soldados aliados, entre estadounidenses, canadienses y británicos. El objetivo era liberar Francia y toda la Europa occidental de la invasión y la tiranía de la Alemania nazi. La operación, bautizada como «Overlord» se llevó a cabo por tierra, mar y aire.
Paracaidista colgado del campanario
La noche del 5 al 6 de junio varias oleadas de soldados norteamericanos de la 82º y la 101 º División Aerotransportada se lanzaron en paracaídas al oeste de Saint-Mère-Eglise con el fin de facilitar la entrada de los que, horas más tarde, llegarían por mar a las playas cercanas, como la de Utah Beach u Omaha.
Sin embargo, el 1er y 2º batallón aterrizó por error en el centro de la población, que en ese momento estaba lleno de soldados alemanes y de población civil que estaban apagando un incendio, aunque era muy de madrugada.
Uno de los paracaidistas, John Steele, quedó colgado de un pináculo de la Iglesia y allí permaneció suspendido un par de horas, mientras contemplaba como sus compañeros eran eliminados por las tropas alemanas. Aunque en principio simuló estar muerto, el enemigo lo capturó y lo hizo prisionero. Pero Steele pudo escapar y tres días después se reincorporó a su batallón.
Primera población liberada
Gracias a la valentía de los soldados aerotransportados, la misión tuvo éxito y a las 4:30 de la madrugada, Sainte-Mère-Eglise ya había sido liberada de la ocupación alemana y la bandera americana ondeaba en su ayuntamiento.
Así que fue la primera ciudad de Francia liberada de la ocupación alemana y ya no fue nunca recuperada a pesar de los contraataques enemigos. El reconocimiento de la ciudad a sus liberadores se hace omnipresente en las calles de la población y en el resto de Normandía.
Por ejemplo, frente al Ayuntamiento (Hotel de Ville) de Sainte-Mère hay un pilón que marca el km 0, que simboliza el punto de partida de la liberación de Europa.
Virgen con paracaidistas
Además de la imagen de John Steele que cuelga del campanario de la Iglesia de la Asunción con su paracaídas, aún hoy esta iglesia de Sainte-Mère presenta otros elementos que nos recuerdan el desembarco de las tropas aliadas en las playas de Normandía y nos hacen caer en la cuenta del valor de la paz.
Aunque la iglesia es románica, de los siglos XII y XIII, durante los combates quedó muy deteriorada, así que varias partes son nuevas, como algunas de sus vidrieras. Por ejemplo, la que se incorporó en la nave central, sobre la puerta principal del templo. En ella se puede ver una Virgen rodeada de aviones y de paracaidistas en la que se puede leer:
«Esta vidriera fue ejecutada con la ayuda de Paul Renaud de Ste. Mère en memoria de aquellos que con su coraje y su sacrificio liberaron Ste. Mère Eglise y Francia».
Vidriera de San Miguel Arcángel
En otro rincón de la iglesia, en el crucero, otra vidriera llama la atención: ladedicada a San Miguel Arcángel, que conmemora el 25 aniversario del Día D.
En ella se hace mención a la fecha «6 de junio de 1944 y 6 de junio de 1969» y aparecen los escudos de los batallones participantes en la liberación de Sainte-Mère-Eglise y también estas palabras: «En memoria de todos aquellos que con su sacrificio liberaron Ste.-Mère-Eglise».
Aunque ahora podemos afirmar que esta campaña militar fue un éxito, no habría sido posible sin el sacrificio de miles de soldados aliados. Ellos, con el apoyo de la población civil francesa, fueron avanzando y liberando ciudades y pueblos hasta que toda Europa quedó libre.
Recordamos en estas líneas la oración de San Miguel Arcángel:
«San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla, sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale, Dios, pedimos suplicantes; y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno, con el divino poder, a Satanás y a los demás espíritus malignos, que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén»
Notre Dame de la Paix
Finalmente, en la nave lateral del edificio, una imagen tallada en madera de olivo representa Notre Dame de la Paix (Nuestra Señora de la Paz). Frente a ella, la oración de San Francisco de Asís por la paz colocada sobre un atril, nos invita a rezarla, mientras encendemos una vela y la colocamos sobre el altar.
Actualmente, la bandera de Ucrania, un icono de la Virgen y varios papeles en los que los visitantes pueden escribir una plegaria, completan ese rincón de la iglesia.
Todo en esta población de Sainte-Mère-Eglise nos recuerda la guerra y nos habla de paz.